El Castilla acaba el 2014 con la pólvora mojada

Buenas sensaciones para el filial, que sólo pudo sacar un punto de Guadalajara tras empatar sin goles





La primera mitad del encuentro estuvo marcada por la dureza del equipo local y por el respeto mutuo entre ambos equipos. Ni el Castilla ni el Guadalajara quisieron perder la espalda ante el rival y los 45 primeros minutos fueron una auténtica batalla táctica. Pocas ocasiones, mucho juego en el centro del campo y dureza máxima del conjunto castellano manchego con el beneplácito del colegiado de la contienda. Así, Arroyo podría haber sido expulsado en media hora, tiempo que tardó en dar dos patadas fuera de lugar a Lucas Torró y a Marcos Llorente.

De este modo, Yáñez apenas tuvo que intervenir una vez seriamente en todo el primer acto. El portero del Castilla ganó cada balón colgado y fue cerca del final de la primera mitad cuando llegó la oportunidad más clara del Guadalajara en una pelota que se paseó por delante del área merengue tras una gran mano del cancerbero. La réplica la puso en el tiempo de descuento Burgui con una acción individual en la que sentó a su marcador y se encontró con la intervención milagrosa del portero rival, Kevin. El rechazo cayó a los pies de Varela, que no consiguió esquivar a los defensas con el meta batido.

El inicio de la segunda mitad fue de color merengue. Los blancos se pudieron adelantar primero con una acción de Javi Muñoz que se fue lamiendo el palo de la portería del Guadalajara, mientras que De Tomás también tuvo el 0-1 en un libre directo que se marchó ligeramente por encima del larguero. El equipo de Zidane comenzó a hacer daño por los laterales y a acercarse cada vez más y Muñoz volvió a tener otra buena ocasión tras un centro desde la izquierda de Noblejas. El Guadalajara intentaba sacudirse la presión y lo logró con dos ocasiones casi seguidas mediada la segunda parte.

De Tomás tuvo dos oportunidades seguidas en el 75 y el 77, ambas salvadas por Kevin y a cuál más peligrosa, antes de que se produjera una de las acciones más feas del encuentro: el lateral diestro del Guadalajara, Moyano, recibió una falta del propio De Tomás y después de que el árbitro no indicara la infracción se tomó la justicia por su mano con una patada por detrás merecedora de roja. El colegiado sólo enseñó la amarilla al carrilero del equipo manchego, que no debió terminar el partido ni tan siquiera con 10 hombres sobre el campo. Con la tensión por las nubes, una falta votada desde la derecha fue la última gran ocasión del Castilla. La bola se paseó por el cielo de Guadalajara sin que ninguna cabeza madridista lograra impactar el cuero. Así, 0-0 para terminar el año en un partido en que el Castilla mereció más.