España lo tuvo muy claro desde el comienzo. Balones a los interiores. Primer fue Pau Gasol el que se aprovechó, anotó 10 puntos de los primeros 18 puntos de la selección y dio toda una lección de movimientos en la zona. Italia no sabía cómo pararle, más que a base de faltas, y España se aprovechó para acudir en innumerables ocasiones a la línea de tiros libres. Fue un primer acto espeso, lleno de ‘parones’ y en el que los de Scariolo terminaron por caer en el juego anárquico de los italianos.
Fue la segunda unidad liderada por Felipe Reyes y Willy Hernángomez quién dio aire a España. Los ‘azzurri’ llegaron a escaparse 4 puntos arriba, pero la futura pareja de interiores madridista demostró conocerse ya a la perfección. El tiro exterior no funcionaba como ante Turquía y ‘tocaba’ remar y buscar balones interiores de manera constante. Pese a no encontrar el paso en los primeros 20 minutos y encontrarse incómoda en ocasiones, España se marchaba 3 arriba al descanso (45-42).
Pero todo se vino abajo como un ‘castillo de naipes’ en el tercer cuarto. Defensa horrenda, nula actitud, mala selección de tiro y, sobre todo, acierto espectacular de Italia desde el exterior. Mención especial para Belinelli, que en la segunda mitad se fue hasta los 8 triples sobre 10 intentos. A los transalpinos les entraba todo, hasta las zapatillas y España vivía, única y exclusivamente, de Pau Gasol. Scariolo no reaccionaba, no era capaz de sostener a los italianos y la defensa era cada vez peor.
El desastre se consumaba en el último cuarto. Rudy anotaba cinco puntos seguidos y acercaba a España a 4 pero dos triples seguidos de Gallinari y Bellinelli rompían de manera definitiva el partido. Los últimos minutos fueron un quiero y no puedo. Italia anotaba como quería y España incluso se ‘permitía’ bajar los brazos. Solo quedan dos balas. Islandia y Alemania. Solamente existe una posibilidad: ganar o ganar los dos para intentar ser terceros y evitar al ‘coco’ Francia en octavos…
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