Con equipación nueva, Diego Costa y Alcácer como delanteros y con el ya habitual sonido de viento cada vez que Gerard Piqué tocaba el balón. Así afrontaba España su primer enfrentamiento serio de cara a la Eurocopa. La selección española salió a mandar en el partido, con posesión, presión y profundidad y se llevó un partido que dominó de principio a fin. Incluso, por momentos, recordó a la mejor España.
Los ingleses, que venían de ganar todos sus partidos en la fase de clasificación, optaron por esperar atrás e intentar salir a la contra con un Harry Keane que estuvo muy desatendido durante los primeros todo el partido y con Sterling, que fue de lo más peligroso, aunque con la lesión de Thiago Alcantara en el minuto 25, los británicos hicieron el amago de despetar.
Las oportunidades se fueron sucediendo. Pimero con una de Busquets a la salida de un córner en el minuto 23, otra de Paco Alcácer tras un gran pase de Andrés Iniesta y una de Diego Costa que buscó la escuadra desde el pico del área en el minuto 31. Por parte inglesa, un par de acercamientos por banda izquierda y un disparo muy fojo de Harry Keane. Así transcurrió lo que fue una de las mejores primeras partes de los últimos tiempos en cuanto a juego de España.
En la segunda mitad llegaron los goles. La entrada de Nolito por Iniesta le daba a España verticalidad, aunque menos control del balón. Las oportunidades, exceptuando alguna contra inglesa, caían todas del lado español, hasta que en el minuto 71 Mario Gaspart abrió la lata y batió al cancerbero inglés medio de chilena y de forma acrobática. Un gol que hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego a lo largo de todo el partido.
Tras inagurar el marcador, España siguió buscando la portería rival para ampliar la ventaja y Santi Cazorla en el minuto 84 aseguró el triunfó local. En lo individual, el madridista Nacho Fernández no pudo disputar ningún minuto y tendrá que esperar al partido del próximo martes contra Bélgica para sumar una nueva internacionalidad.
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