El Real Madrid se 'desangra' en El Pireo

Olympiacos 99-Real Madrid 84


Ayón, Olympiacos, Real Madrid, Euroliga

Gustavo Ayón




Y sucedió de nuevo. Después del sonrojante primer cuarto del Palau, parecía imposible que el Real Madrid repitiera una salida similar pero hoy ocurrió en El Pireo. El Madrid salió dormido, permitiendo rebotear a Olympiacos, tirar liberado desde fuera-Mantzaris mató con dos triples-, postear con facilidad y de salida ya iba 10 abajo (14-4). Una tímida reacción parecía igualar el encuentro (19-17), pero dos triples seguidos de Spanoulis y Hackett ponían el 25-17 al final del primer acto.

Pero si pésimo fue el primer acto, peor fue el segundo. El Real Madrid dimitió por momentos, fue incapaz de encontrar buenas situaciones de tiro y le permitió todo a los griegos. Vasilis Spanoulis se hizo el amo y señor del partido y Olympiacos destrozó a un Madrid que vivía de fogonazos individuales. Mantzaris, Strawberry o Hackett. Para los blancos era imposible contener el poderío físico de los locales. ‘Kill Bill’ ponía el 53-33 sobre la bocina desde el triple ante la sorprendente pasividad madridista…

Se esperaba la reacción madridista en la segunda mitad, pero el equipo madridista nunca encontró el ritmo necesario como para soñar con la remontada. Olympiacos concedía algo más atrás pero Printezis y el poderío físico de Hunter minaban cualquier intento de reacción madridista. Un espejismo situaría 70-54 el partido, momento en el que otro triple de Mantzaris estiraba de nuevo el marcador. Cuando los madridistas apretaban, aparecía el tiro exterior griego para matar la contienda.

En realidad, los de Laso jugaron toda la segunda parte con la única obsesión de salvar el ‘average’. En el Palacio, el Madrid ganaba por 12 pero tras mucho ‘remar’ ni siquiera pudo salvarlo. A falta de dos jornadas, los merengues se meten en una situación realmente crítica. Son quintos, con seis victorias y seis derrotas, sin depender de sí mismo y ya tienen la obligación de ganar los dos últimos partidos. La eliminación del campeón está más cerca que nunca.