Las cuentas están muy claras: ganando los dos partidos, el Real Madrid estará en cuartos de final siempre y cuando Barça y/o Olympiacos pierdan algún partido. Si los culés se dejan un encuentro por el camino, el Madrid podría terminar tercero o incluso segundo si es capaz de remontarle también el average a Baskonia y los de Perasovic caen también en la última jornada frente a Brose.
Más allá de las cábalas, el Madrid está centrado plenamente en lo que tiene que hacer. Este tipo de situaciones sacan lo mejor de un grupo ya experimentado en sacar lo mejor de sí mismo cuando la competición ‘aprieta’. El grupo sabe que en Europa no se están haciendo bien las cosas, pero todavía queda tiempo para rectificar.
El primer paso será vencer en Vitoria; Baskonia se ha mostrado intratable en su cancha-ha ganado a CSKA y Barça entre otros-, pero en favor del Real Madrid se decanta el factor ‘experiencia’. Los blancos tienen el plan bien trazado. En el vestuario hay una motivación especial por ‘sacar la cabeza’ del agua y conseguir el pase a cuartos sobre la bocina.
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