Partido con debut
El mejor ejemplo de la prontitud con la que se disputa este título es que un jugador como Llull no había disputado ningún partido en esta pretemporada, es decir, que hacía su debut en este partido ante el Barcelona.
Llull, disparado
Eso sí, al jugador menorquín poco pareció importarle no haber tenido minutos de rodaje ya que fue el faro del Real Madrid desde el primer segundo. De hecho, de los 12 primeros puntos de su equipo un total de 9 llevaron su firma (12-10 min.5). Las defensas apenas existían y se conseguían canastas con demasiada facilidad en ambos aros. A la finalización del primer cuarto Llull y Rice empataban a 11 puntos y Madrid y Barcelona también dejaban el encuentro igualado (26-26 min.10).
El Madrid se va...pero pierde su renta
En el segundo cuarto el Real Madrid tuvo dos fases. Una primera en la que estuvo mejor y con la irrupción de Doncic desde el banquillo mejoró en energía y vitalidad. Los de Laso llegaron a ponerse nueve puntos arriba (48-39 min.18), sin embargo, los dos últimos minutos del cuarto no fueron tan lúcidos para los merengues y perdieron prácticamente la totalidad de su renta antes del intermedio (48-47 min.20).
Tercer cuarto que empezó bien y acabó mal
El tercer cuarto tuvo nuevamente dos caras para el Real Madrid. La puesta en escena de los blancos tras el descanso fue buena. Liderados por los triples de Rudy Fernández, el equipo de Laso lograba un parcial de 11-4 a su favor que le ponía con ocho puntos de ventaja. Sin embargo, los blancos volvían a recibir un parcial en contra tras varios ataques sin ver aro y alguna mala defensa. El cuarto se cerraba con 70-73 para los catalanes.
Al final salió cruz para el Real Madrid
El último cuarto terminó siendo una ruleta rusa en la que pudo ganar cualquiera de los dos equipos. El Madrid logró volver a ponerse por delante mediado el último periodo (82-81 min.34). Sin embargo, otra vez el final del cuarto volvió a serle desfavorable. Aun así, Rudy tuvo un triple dentro del último minuto que no entró y que hubiera puesto a los blancos por delante. Al final, el duelo de pistoleros entre Llull y Rice terminó del lado de los culés. 
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