El R.Madrid se quedó a un pelo de abordar Moscú

El equipo de Laso perdió por 91-90 en la pista del CSKA de Moscú.


CSKA-Real Madrid

CSKA-Real Madrid




Después de perder en Barcelona en el último partido oficial, el Real Madrid salió con las pilas puestas al campo del CSKA. Con una defensa brillante y la aportación ofensiva de Maciulis, el equipo de Laso empezó sorprendiendo al campeón de Europa. Los rusos no sabían cómo meterle mano a un equipo con Llull, Doncic y el mencionado Maciulis en el exterior. Las rentas de los blancos llegaron a superar los 10 puntos de ventaja (8-21 min.7).

Eso sí, como era de esperar, el CSKA reaccionó. Y lo hizo de la mano de su poderosa defensa y de la mano de De Colo. El francés se fue con dos puntos a la finalización del primer acto y al descanso ya contaba con 18. El Real Madrid se vio superado por el físico de los locales y no supo contrarrestar ese juego ‘subterráneo’. Al descanso, los de Laso perdían por 11 puntos (49-38 min.20). 

Después de salvar los muebles tras un segundo cuarto de partido muy malo, el Real Madrid afrontaba el tercero con la idea de mantenerse en el partido. Hacerlo largo era la idea de los de Laso, buscar que los locales se pudieran poner nerviosos. Sin embargo, CSKA llegó a ponerse con 14 puntos de ventaja gracias al trabajo de Hines en la pintura. A pesar de ello, el equipo de Laso supo reaccionar y liderado por Llull, bajó la diferencia hasta los seis puntos (59-53 min.26). Una renta que, con altibajos, el equipo blanco logró mantener hasta la finalización del cuarto (73-68 min.30).

El Real Madrid había conseguido que CSKA no rompiera el encuentro a pesar de los tirones del equipo ruso. Laso le dio galones a Draper para tratar de subir la intensidad defensiva del equipo. Un triple de Rudy puso a los blancos a cinco puntos de distancia de su oponente (84-79 min.34).  


El partido estaba especialmente peleado y eso que el Real Madrid perdió varios rebotes defensivos que pudieron haberle permitido acercarse a su oponente. A pesar de todo, a los tres últimos minutos de encuentro se llegaba con un marcador favorable a los rusos de 85-82. Un marcador que el equipo blanco tuvo la ocasión de disminuir pero que ni Rudy ni Draper fueron capaces de acercar o igualar el partido con sus lanzamientos.

A pesar del duro golpe recibido con esos errores, lo cierto es que el Real Madrid no se rindió. Dos rebotes ofensivos de Ayón finalizados en canasta le dieron la vida a los blancos. A falta de 26 segundos para el final del choque, los merengues estaban un punto por detrás (87-86). Llegó tan vivo el equipo blanco que con tres puntos abajo y a falta de cuatro segundos, Llull se jugó un triple a la desesperada que no entró pero que Maciulis anotaba de dos tras rebote en ataque. El resultado final, 91-90, dejó bien a las claras que el Madrid puede competir contra cualquiera, eso sí, siempre que se ponga las pilas y se agarre a la intensidad. Una ‘dulce’ derrota.