Ya desde el primer cuarto se vio que iba a ser un partido complicado para el Real Madrid. Después de unos buenos primeros minutos en los que el Real Madrid llegó a ponerse cuatro arriba, los turcos empezaron a encontrar facilidades en ataque y le asestaron al conjunto merengue un parcial de 12-2 hasta poner el marcador en 18-12 para los locales. Fue entonces cuando entró Luka Doncic para parar la sangría y con el esloveno sobre el terreno de juego, el Real Madrid cerró el primer cuarto con uun 25-20 para Galatasary.
En el segundo cuarto, el equipo de Pablo Laso pareció recuperar las sensaciones de los primeros minutos del choque y llegó incluso a ponerse por delante en el marcador. Los ataques brillaban, mientras que la defensa, de ambos equipos, daban muchas facilidades. 49-46 para los turcos al descanso.
El tercer cuarto fue determinante para el devenir del choque. El Galatasaray salió mucho más enchufado al partido y apenas dio opción a los blancos. El Real Madrid se desconectó por completo del choque. Lo que entraba en la primera mitad ahora daba en el aro, mientras que en defensa no lograban imponerse. Más 13 para los locales al final del tercer cuarto.
El último acto empezó igual que acabó: con canasta de Luka Doncic, que cerró el tercer cuarto con un triple espectacular y abrió el cuarto con una gran canasta de 2 y una asistencia que ponía a 9 a los blancos, después de haber llegado a estar 18 por detrás. El Real Madrid no había dicho su última palabra. Doncic estaba empeñado y ganar el partido.
No estaba dispuesto a estrenar sus 18 años con derrota. Como se dice en baloncesto, pegaron el culo al suelo, subieron la intensidad en defensa y a falta de cuatro minutos para el final del partido, los blancos ya estaban por delante, gracias a una exhibición del 'niño' maravilla y un 14-0 de parcial para los de Laso. 83-84 a falta de 1:48.
Incomprensiblemente el Real Madrid se bloqueó los dos últimos minutos de partido y se fueron sucediendo los fallos en ataque. Primero una falta de Hunter, más que dudosa, luego un lanzamiento fuera de tiempo de Doncic y por último una pérdida de balón de Randolph condenaron a los blancos, que tuvieron en su mano la victoria. 87-84
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