Igualdad inicial
El inicio del partido estuvo marcado por la igualdad. Por parte del Real Madrid, sus jugadores más destacados eran los ‘grandes’. Ayón no necesitaba anotar para ser, de largo, el mejor de los de Laso. Siete rebotes y tres tapones adornaban su estadística después de los 10 primeros minutos de encuentro (16-16 min.10).
Ayón, el mejor madridista
Fue en el segundo cuarto cuando se rompió esa igualdad y se desataron las hostilidades. Andorra tiró de casta para lograr un parcial de 10-2 a su favor que le daría la primera ventaja seria del partido (26-18 min.15). Eso sí, el Real Madrid, previo tiempo muerto de Laso, volvió al partido gracias a otro parcial demoledor, en este caso de 2-12, que le devolvía el mando tras unos malos minutos en los que no encontró aro (28-30 min.18). Como ejemplo de gran cierre de cuarto, Gustavo Ayón robaba una pelota a falta de dos segundos y se tiraba un triple desde la esquina que entraba completamente limpio. El mexicano se fue al banquillo con sonrisa de oreja a oreja y siendo, de largo, el mejor hombre sobre la cancha (7 puntos, 10 rebotes, 3 tapones y 20 de valoración). El Madrid ganaba por cuatro en el intermedio (35-39 min.20).
Cuarto desastroso
Después de un segundo cuarto más que aseado para el Real Madrid, el inicio del tercer periodo supuso una vuelta de cara a lo que se estaba viendo. Triples alocados, defensa nula y escaso acierto. Bajo esas premisas, el equipo de Laso se comió primero un parcial de 9-2 (44-41 min.22) que se amplió a un 19-6 (54-45 min.25). Eran los peores momentos de un Real Madrid que se veía superado por energía. De hecho, a pesar de algún conato de reacción liderado por Carroll, el cuarto terminó con un -10 para los de Laso (69-59 min.30).
Final sin opciones
El Real Madrid tenía por delante 10 minutos para tratar de remediar que la serie se fuera al tercer encuentro. Sin embargo, las sensaciones no mejoraban. El acierto seguía sin llegar y la defensa hacía aguas por momentos. Laso tampoco daba con la tecla en un día negro (86-68 min.37). Al final, el conjunto blanco, a pesar del ímpetu de Nocioni, se fue de Andorra con una derrota y se jugará en un cara o cruz en el Palacio el próximo domingo el pase a semifinales de la ACB.
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