A semifinales pese a Andorra y los árbitros

El Real Madrid superó por 95-84 a un MoraBanc Andorra que peleó hasta el final, actuación horrible de los árbitros


Real Madrid, MoraBanc

Real Madrid, MoraBanc




Un Madrid sin concesiones (27-16)

‘Win or go home’, no había medias tintas para el tercer y definitivo partido entre Real Madrid y MoraBanc Andorra. Los de Laso cargaron al inicio el juego interior y los andorranos lo fiaban todo a Shermadini en la zona, de hecho un pique entre el georgiano y Ayón propició el primer encontronazo y la primera gran pitada de un Palacio que no se llenó. MoraBanc no se dejaba intimidar y se ponían arriba a la mitad del cuarto. Rudy sacaba un 2+1, Ayón acertaba desde el tiro libre y en defensa el Real Madrid no concedía segundas oportunidades y además apareció el MVP, Sergio Llull se marcó dos triples seguidos para poner la máxima diferencia del partido hasta el momento. Los árbitros querían ponerle emoción al partido con un 2+1 a Stevic pero Luka Doncic respondía con un gran triple y dando una imagen de gran solidez.

Los árbitros como invitados de excepción (46-39)

Quién corría era MoraBanc ahora, tenían que remar contra corriente y eso implicaba pérdidas de balón que se podían aprovechar. Felipe anotaba con tres defensores encima y cada falta en contra del equipo se protestaba, se notaba la importancia del partido. No faltó el triple de todos los días de Carroll. Shermadini se ponía en 11 puntos y a los colegiados no les temblaba el silbato en contra del Madrid. Hunter anotó dos canastas de gran mérito y belleza, la ventaja se mantenía en los diez puntos. El juego se cargaba en las zonas, y ahí Felipe y Hunter no perdonaban para anotar y para rebotar. Lo de los colegiados ya no había quién lo entendiera, no dejaban de dar a Felipe y pitaban falta a favor de Andorra, de locos y esto daba vida a los de Peñarroya.


Los árbitros metiendo a Andorra en el partido (69-66)

No pudo empezar mejor la segunda parte con un triple de Rudy. Laso se cabreaba en la banda por falta de intensidad en defensa, peor aplaudía como todo el Palacio el canastón de Randolph a dos manos en mate que acabó en 2+1 pero que Ayón convirtió en 4 puntos. Seguía el festival de Rudy, de nuevo otro triple con la mano de Stevic encima y metido en el partido recuperando balones. Por momentos había que poner pausa a la velocidad del juego, anotaba fácil MoraBanc y los colegiados seguían inventándose faltas a su favor. Se gustaba el cinco blanco con una gran asistencia para el mate de Ayón que hoy si, amargaba el día a Shermadini. Paraba el partido Laso y en la reanudación Randolph colocó su tapón de todos los días a un Albicy que todavía le busca. Los colegiados llegaron a la cima de su incompetencia pitándole una antideportiva inexistente a Rudy con el consiguiente enfado y Andorra se metía en el partido estando sólo tres abajo. Pero hay algo que no pueden parar, el empuje del Real, Carroll enchufó un triple pero Schreiner desde 9 metros dejaba helado al Palacio con un triple que dejaba unos últimos diez minutos trepidantes..

Con Llull por bandera a las semis (95-84)

Cada rebote era la vida y cada falta también. Carroll le sacó una falta en ataque a Shermadini y era el momento de ser inteligentes en todas las fases del juego. Empataba el partido Walker con un triple pero Llull tenía una de sus ‘mandarinas’ preparadas y así llegaba el éxtasis cuando el MVP anotó siete puntos seguidos para ponerse con 16. Shermadini fallaba dos canastas fáciles y Doncic apuntillaba con un mate. El Real Madrid había despertado y esa pizca de suerte a veces necesaria, también acompañaba como quedó demostrado con un triple de Carroll. Si la cosa iba de listos, no había más listo que el gran capitán, Felipe Reyes conseguía un 2+1 y ponía de nuevo la diferencia en diez puntos. Desde el empate a 71, el Real Madrid llevaba 18 puntos por sólo 7 del MoraBanc por lo que queda todo dicho. Andorra quería correr pero cada fallo se penalizaba con el tiempo, que corría rápido para los de Peñarroya y el partido murió cuando Ayón, que se fue a los 14 puntos conseguía un 2+1, ponía un tapón y todo el Palacio entonaba el ‘era campo atrás’ para certificar el pase a semis.