El inicio del partido prometía mucho para el Real Madrid. La salida a la cancha de los de Laso fue meteórica, con un parcial de 8-0 mientras Tavares se inflaba a tapones ante los intentos del equipo griego. Eso sí, igual que la salida fue muy buena, lo cierto es que la reacción visitante desnudó alguno de los puntos negros del Madrid. Panathinaikos lograba un parcial de 2-16 y se ponía arriba en el marcador. El tiempo muerto de Laso neutralizó esa caraja blanca y a la finalización del primer acto el resultado era más que parejo (19-20 min.10).
El segundo cuarto no tuvo tanto ‘tobogán’ de marcador. Panathinaikos empezaba a dominar peligrosamente el rebote en el aro del Real Madrid y solo el acierto ofensivo de Causeur mantenía a los madridistas bailando el ‘agarrado’ ante los verdes (32-32 min.17). Al descanso todo seguía muy parejo, con una renta mínima a favor de los de Laso (38-37 min.20).
El tercer cuarto permitió ver la versión más reconocible del Real Madrid. Rápido en las transiciones y con un acierto superior al que había tenido en los primeros 20 minutos. Causeur seguía en estado de gracia, haciendo esas bandejas con la zurda que se han convertido en marca de la casa (53-42 min.26). El equipo de Laso se fue hasta los 26 puntos en este cuarto, siete por encima de los que había logrado en cada uno de los dos primeros.
El último cuarto pareció convertirse por momentos en un duelo al sol ante Causeur y James. Los dos escoltas eran las ‘escopetas’ de sus equipos, anotando ambos por encima de los 20 puntos. El Real Madrid mantenía sus ventajas y, por momentos, también las ampliaba (86-71, min.37). Al final, los blancos se impusieron de forma sobrada a un rival directo por el factor cancha en las eliminatorias previas a la Final Four. 
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