El segundo año de NBA es el que se conoce como ‘The Wall’, el muro que separa las jóvenes promesas que realizan un buen año con los jugadores que rompen este cartel y se convierten en grandes jugadores por derecho propio.
Luka Doncic lleva desde abril de parón porque no consiguió clasificarse para los playoffs de la NBA, aunque promedió 21.2 puntos, 7,8 rebotes y seis asistencias por noche. Además, este parón lo aprovechó para visitar su casa que es el Real Madrid (Exclusiva DC: Florentino quiere volver a fichar a Luka Doncic) y animar a sus compañeros en la Euroliga.
Estas vacaciones la ha aprovechado duro para perfilar su cuerpo y acondicionarlo al desarrollo del juego que tendrá en la NBA. Este cambio físico le ha llevado a perder nueve kilos y mejorar su rapidez de movimientos.
Esto le ha llevado a ser mejor en defensa y realizar un arranque que ha superado las expectativas, ya de por sí altas. Hasta el punto de que roza promediar un triple doble (27,7, 10,8 y 9,1), con un 48% de acierto en el lanzamiento.
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