Pablo Laso cuenta con la mayor parte de su plantilla. Hay piezas fundamentales, difícil destacar algún nombre por encima del de un equipo excelso. A su vez, otros que van de menos a más (Laprovittola), que siguen dando ‘guerra’ cuando ya han demostrado todo lo que valen (Reyes) y los canteranos también tienen protagonismo (Garuba y Nakic).
Sin embargo, Salah Mejri no ha logrado hacerse un hueco en el equipo. El Madrid firmó al pívot tunecino en octubre procedente del Liaoning Flying Leopards y lo hizo eligiéndolo por delante de otros jugadores como Luis Scola por su experiencia ya en la ‘casa blanca’ durante dos temporadas (2013-2015) antes de marcharse a los Mavericks.
El interior acabó su vínculo contractual con la franquicia de Dallas en verano y se marchó a China con contrato temporal a la espera de una oferta de la NBA o de un club europeo. El club blanco no se lo pensó y lo firmó en octubre y hasta final de temporada como recambio de Ayón (Zenit) y para dar descanso a Tavares. (Noticia DC: el Madrid ya intentó firmar a Udoh sin éxito hace varios meses)
El resultado no ha sido el esperado ni por el club ni por el jugador. Mejri llegó con problemas físicos y no pudo debutar hasta el 17 de diciembre ante el Armani Milán. Desde entonces, tampoco ha participado en exceso promediando 3.3 puntos, 2 rebotes y 2.3 créditos de valoración en 9:38 minutos y cuatro partidos solo en la Liga Endesa. Además, acumula un punto y 1.2 rebotes en 5:02 minutos y seis partidos en la Euroliga.
Laso no ha contado mucho con él, pero el jugador tampoco ha recuperado su mejor nivel, el que le hizo brillar en el Madrid y dar el salto a la NBA. Así, su segunda etapa en el club blanco, salvo mejora bestial tanto física como deportiva en el tramo final, llegará a su fin al final de la presente temporada.
Mejri no ha terminado de encajar y tampoco ha rendido como se esperaba. Además, apenas tiene contrato hasta final de temporada, por lo que es prácticamente imposible que el Madrid decida renovarle salvo cambio drástico cuando se reanude la competición. No tiene pinta, pero sí que tiene tiempo para conseguirlo.
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