...y Dios creó a Sergio Llull

El menorquín destrozó al Barcelona con 18 puntos y una defensa prodigiosa a lo largo del partido. El resultado final fue de 85-83 para los de Joan Plaza.





En los días precedentes a la disputa del partido los jugadores del Real Madrid pedían una cancha caliente, algo parecido a lo que se vive en Grecia o Turquía. Deseo concedido para los chicos de Plaza. Vistalegre se puso sus mejores galas, afinó las gargantas y alentó como nunca.

El inicio del partido para el Madrid, sin embargo, fue cualquier cosa menos caliente. El frío se apoderó de los jugadores blancos que salieron dormidos. El Barcelona, sin hacer nada del otro mundo, se encontraba por delante en el luminoso con mucha facilidad. Quizá demasiada. Los blancos tenían que reaccionar. Palmas del público, tiempo muerto de Plaza mediante, y pilas puestas. En esta ocasión las rotaciones del técnico madridista funcionaron. Marko Tomas y Van den Spiegel mejoraron el devenir del partido para los suyos y apretaron las tuercas del Barcelona que, hasta ese momento, no había encontrado oposición sobre la cancha.

El tira y afloja que deparaba el electrónico era la mejor de las noticias. Había canastas en ambas cestas. Bueno para el Madrid, que empezaba a sentirse importante en el partido. El Barcelona, que no vivía precisamente de su acierto de cara al aro, se sostenía gracias a las habituales bombas de Navarro y a la enormidad de sus pivots. Los Vázquez Andersen o Ilyasova eran más largos que un día sin pan, que diría un castizo, por lo que sus brazos en el rebote ofensivo, especialmente, daban puntos que podrían parecer perdidos de antemano.

LA HORA DE LLULL


El paso por los vestuarios revitalizó al conjunto de Plaza, a pesar de que los colegiados no estaban muy por la labor de ver un estrechamiento en el marcador. Una falta en un bloqueo de Hervelle unido a un par de balones que debieron ser blancos y que regalaron a los catalanes encendieron al público, que de la mano de Llull se convirtió en el sexto hombre sobre la cancha. Un contraataque llevado por el base finalizó en un mate de Hosley que estuvo cerca de hundir la Plaza de toros de Carabanchel. Restaban 4,40 para el final del tercer cuarto y el Madrid se acercaba sigilosamente a su presa (53-55). Llull tiraba del carro, de la gente y de todo lo que se le ponía por delante. Se estaba consagrando como el mejor de la noche. Ya nadie se acuerda de Pepe Sánchez que, en teoría, vino para enseñarle. Llull ya es un hombre en este equipo y sus gestos y sus ganas contagiaron a un equipo físicamente tocado ante un Barcelona con una rotación de jugadores prodigiosa. El dinero es lo que tiene.

Sin embargo, hoy era el día de San Sergio. San Sergio Llull. El menorquín levantó a su equipo tras un par de errores en ataque, y volvió, con perdón, ‘cachonda’ a la afición de Vistalegre. Defensa a más no poder, la energía de un búfalo y el saber estar de un veterano. Todo en uno. El ‘23’ blanco, el mismo número del mítico Jordan, o el archiconocido Beckham durante su etapa en el Real Madrid, enchufó un triple desequilibrado que puso por primera vez por delante al conjunto blanco en todo el partido. Restaba algo más de un minuto para el final del choque y Llull la estaba liando. Era su día, su noche, su partido y su consagración como crack. Para más inri, el jugador madridista anotó dos tiros libres cuando la música de percusión parecía estar cotizada más cara. No se arrugó, los convirtió y festejó el triunfo sobre la mesa de cronometradores recordando que, aunque no se lo crean, aún tiene que renovar contrato. Boluda, Martín, Herreros o quien sea, por favor, renueven a este hombre. Sólo por este partido ya merece años y años de madridismo.

LA FICHA DEL PARTIDO

Real Madrid 85: López (8), Bullock (18), Hosley (2), Massey (6), Reyes (15) -quinteto inicial--, Llull (18), Mumbrú (5), Tomas (6), Hervelle (5) y Van den Spiegel (2).

Regal Barcelona 83: Lakovic (7), Navarro (21), Basile (9), Ilyasova (5), Santiago (6) --quinteto inicial--, Sada (2), Grimau (5), Barton (5), Vázquez (16) y Andersen (7).

Parciales: 19-26, 21-19, 19-19 y 26-19.

Árbitros: Stelios Koukolekidis (GRE), Zoran Sutulovic (MNE) y Fernando Rocha (POR). Eliminaron por faltas personales a Louis Bullock (min.40) por parte del Real Madrid.

Incidencias: Palacio de Vistalegre, 14.500 espectadores.