Haislip metió al Unicaja en semifinales





- Ficha técnica:

79 - Unicaja (19 15 26 19): Cook (2), Rodríguez (11), Welsch (12), Haislip (22), Archibald (4) -cinco inicial-, N'Dong (9), Gomis (11), Jiménez (3), Kelati (3) y Gabriel (2).

69 - Kalise Gran Canaria (15 21 16 17): Norris (10), English (20), Moran (14), Savané (11), Augustine (1) -cinco inicial-, Fernández (2), Freeland (3), Fisher (3), Kickert (-) y Sanders (5).

Árbitros: Martín Bertrán, Pérez Pérez y Perea. Excluyeron por personales a Archibald.

Incidencias: encuentro correspondiente a los cuartos de final de la 73 edición de la Copa del Rey disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ante unos 11.000 espectadores.


Los malagueños necesitaron siete minutos para adelantarse por primera vez en el marcador (11-12), pero la jerarquía de Savané y el explosivo inicio de Moran habían convencido al Kalise de que las semifinales entraban dentro de sus posibilidades.

Una sensación reforzada por la circunstancia de que la mejor baza ofensiva, el canadiense Carl English, se encontraba en búsqueda y captura bajo el yugo de las siempre ejemplares estrategias defensivas paridas en la pizarra de Aíto.

English tardó once minutos en perforar el aro andaluz por primera vez (19-17). Sin embargo, lo que había restado fuerzas al bloque grancanario, más allá de las dificultades del canadiense, que finalmente despertó y soltó la muñeca que le distingue como un lanzador de elite para defender la candidatura de los suyos durante toda la segunda mitad, radicaba en la salida de Savané de la pista.

HAISLIP, SIEMPRE PELIGROSO

Savané salió a los cinco minutos y, cuando regresó, a falta otros tantos para el intermedio, el Unicaja ya marcaba la pauta (30-25) gracias a la sabiduría en la pintura de otro senegalés, Boniface N'dong, y la polivalencia del estadounidense Marcus Haislip, un peligro cerca y lejos del aro.

El regreso del pívot africano al quinteto amarillo y dos estocadas de Marcus Norris en el cierre del periodo dejaron al Gran por delante de nuevo (34-36). El pasaporte para las semifinales continuaba a la espera de un titular en un partido de los que suelen terminar por decantarse del lado que encuentra al hombre de la noche.

English trató de erigirse en ese hombre determinante. Entonces el destino dio la espalda por cuarta vez en cinco años a los canarios. Transformado en los músculos y la muñeca del estadounidense Marcus Haislip, que rompió el choque con un cuatro de cinco en triples en los momentos calientes de la tarde (60-52), ese destino facturó al Gran Canaria, otra vez, camino de Las Palmas.