En el primer cuarto, ambos conjuntos cometieron muchos errores, con excesivas pérdidas de balón, si bien una mínima ventaja de los locales 18-14, permitió un respiro para los de Aíto García Reneses. El conjunto madrileño rotaba a sus jugadores, ya que no era el día del escolta Brad Oleson -con cero puntos en los primeros dieciocho minutos- si bien se defendía con balones interiores a Bueno y las acciones esporádicas de Saúl Blanco.
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- Ficha técnica: 91 (18 22 26 25).- Unicaja: Cook (5), Kelati (21), Welsch (11), Haislip (26), N'Dong (12) -cinco inicial- Gomis (2), Rodríguez (3), Jiménez (2), Gabriel (7) y Archibald (2). 78 (14 21 22 21).- Alta Gestión Fuenlabrada: Valters (15), Oleson (17), Blanco (7), Bueno (15), Tskitishvili (4) -cinco inicial- Mainoldi (2), López (6), Radivojevic (8), Ramos (2) y Sandes (2). Árbitros: Amorós, Jiménez y Zafra. Eliminaron por cinco faltas personales a Sandes, minuto 36. Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena ante 8.000 espectadores. |
El conjunto cajista llevó la iniciativa y llegó a tener una máxima ventaja 23-24, minuto 12, pero el Alta Gestión Fuenlabrada forzaba la defensa hasta el límite, lo que impedía un ataque cómodo, e intentaba imponer con un juego equilibrado tanto dentro de la zona como fuera, lo que le sirvió para llegar al descanso con una desventaja mínima de 40-35.
HAISLIP ACABÓ CON EL CUADRO MADRILEÑO
En el tercer parcial el Alta Gestión Fuenlabrada lanzó un primer aviso y un parcial de 0-11 le valió para que la estructura del Unicaja se tambalease, con 40-46, minuto 22, con tres triples, uno de Oleson y dos de Valters.
Sin embargo el conjunto malagueño, recurrió a su calidad de juego y reaccionó con siete puntos de Haislip y consiguió elevar el empate al marcador (49-49, minuto 25). La igualdad duró poco ya que el Unicaja enderezó la defensa y un incombustible Haislip, junto con Kelati, acabaron con el Alta Gestión Fuenlabrada (71-60, minuto 33), y los siete minutos restantes fueron un intercambio de canastas con un resucitado Oleson, pero con un Kelati que se esforzó por los últimos puntos para el triunfo final malagueño.
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