Maletas y trajes en mano (debió ser de lo poco que en Grecia no les robaron) llegaron los hombres de Plaza al siempre complicado pabellón del Kalise. Los amarillos viven de su fortaleza como local, no en vano, han vencido sus últimos 11 compromisos en el Centro Insular de Las Palmas.
El equipo de Joan Plaza, por su parte, viene de hacer dos buenos partidos en Grecia. En el primero perdió por errores propios, mientras que en el segundo sufrió el típico golpe de gracia que árbitros, Euroliga y Grecia suelen llevar a cabo cuando ven que la cosa pinta mal. Aún así, los blancos tienen ahora la opción de cobrarse cumplida revancha en Vistalegre. Eso será la próxima semana, porque en la mañana de hoy Gran Canaria no bajará el pistón defensivo para tratar de ahogar en todo momento al equipo blanco.
El cuadro madridista, sin embargo, es la bestia negra de los canarios cuando los partidos se disputan en territorio insular. No en vano, el Real Madrid sólo ha perdido seis de sus últimos 15 partidos disputados ante Gran Canaria como visitante. Es más, el equipo blanco no ha salido derrotado del Centro Insular en los tres últimos años, un hito, sobre todo, teniendo en cuenta que Gran Canaria es una cancha tan difícil como la de Olympiacos, con la diferencia de que en Canarias no arbitran eslovacos o croatas y, sobre todo, porque los punteros láser se quedan guardados en casa.
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