Iverson admite que no puede jugar como reserva y habla de retirarse

NBA





Iverson regresó a la competición el pasado fin de semana después de perderse 16 partidos por culpa de una lesión de espalda y, como adelantó el entrenador de los Pistons, Michael Curry, le tocaría sentarse en el banquillo para que su puesto lo ocupase Richard Hamilton.

De inmediato, Iverson, de 33 años, 12 de profesional e imponiendo sus reglas dentro y fuera del campo con 22 millones de salario esta temporada, ya le reclamó a Curry por los pocos minutos que ha jugado y le dijo que no esta dispuesto a seguir por ese camino.

Su argumento es que no tiene ni la forma ni la preparación mental para estar sentado en el banquillo y luego salir algunos minutos para dar descanso a los titulares, algo que otros muchos jugadores sí han tenido que hacer por él, aunque cuando no estaba en sus mejores condiciones físicas y de rendimiento.

"Estoy en una posición en la que nunca he estado en mi vida", declaró Iverson al concluir partido contra los Nets de Nueva Jersey y que los Pistons perdieron por 111-98, el pasado miércoles. "Es más difícil de lo que creí".

Iverson argumento que con la lesión de espalda tiene que sentarse en el inicio, luego entrar, luego volver a sentarse, un proceso que reconoció no aguanta. "Así es difícil encontrar el ritmo. Me saco el sombrero ante los hombres que son capaces de salir del banco y ser efectivos. Para mí, es difícil. Me está dando problemas", señaló Iverson.

El ex jugador de los Sixes de Filadelfia y de los Nuggets de Denver, que lo traspasaron por Chauncey Billups, fue más allá al admitir que estaría dispuesto a retirarse, una opción que siempre dijo existía cuando no pudiese estar entre la elite de la NBA.

"Preferiría retirarme antes de volver a hacer esto. No puedo ser eficiente jugando de esta manera. No estoy acostumbrado. Me resulta difícil tanto mental como físicamente", explicó Iverson.

El jugador de los Pistons dijo que no se trataba de nada personal, sino que era un asunto de efectividad y aportación en el campo, que como reserva está convencido de que no es la mejor.

"Si salgo como reserva, debería ser capaz de hacer mi trabajo y en este momento no puedo. Es mi culpa. Tengo que superar la adversidad y hacer lo que tengo que hacer. Debo encontrar la manera de hacerlo, pero en estos momentos no estoy al ciento por ciento y eso lo hace todavía más difícil", agregó Iverson.

Con unos promedios de 17,4 puntos en 54 partidos que ha disputado con los Pistons, que están teniendo una de sus peores temporadas en más de una década, Iverson admitió que no quería entrar a una batalla que tenía perdida.

Ni Curry ni los directivos de los Pistons, especialmente el presidente del equipo, Joe Dumars, el responsable de su llegada a cambio de Billups, que sí triunfó y hace historia con los Nuggets, han querido comentar las declaraciones e intenciones de Iverson.

Pero el futuro no es nada positivo para ambas partes, porque el equipo no le va a renovar un contrato súper millonario y se quedaran sin el jugador al final de temporada al ser agente libre.

Iverson podrá irse de los Pistons, pero no se sabe cuántos equipos habrá en la NBA que le quieran pagar lo que pida ante el bajón que ha tenido en su rendimiento, los problemas de lesiones, su personalidad, su ética profesional y su edad. De momento, lo que sí está claro es que tener a Iverson de reserva, en lugar de ser solución y apoyo para los Pistons, que tienen marca perdedora de 36-39 y son séptimos en la Conferencia Este, se ha convertido en un problema.