Los Lakers fueron superiores y los Sixers aprovecharon el regalo de los Magic

NBA/FASE FINAL





Ante Los Ángeles Lakers, con todo su favor, incluidas las bajas importantes en el equipo de los Jazz de Utah, ganaron con más pena que gloria por 113-100 para ponerse con la ventaja de 1-0 en la eliminatoria al mejor de siete. Mientras que los Hawks de Atlanta se exhibieron ante unos mediocres Heat de Miami, que esta vez les falló hasta su estrella, el escolta Dwyane Wade, y volvieron a ser equipo de marcas negativas.

Quien no falló a su cita de jugador estrella y líder del equipo fue el escolta Kobe Bryant para anotar 24 puntos, que, unidos a los 21 de Trevor Ariza y 20 del español Pau Gasol, sirvieron para confirmar todos los pronósticos y no hicieron sufrir a los directivos de la NBA desde el comienzo de la fase final.

Además, el entrenador Phil Jackson pudo mantener su racha victoriosa en series finales, con 42 triunfos, 18 con los Lakers. El partido dejó de tener historia cuando se supo que los Jazz no iban a disponer del pívot turco Mehmet Okur, baja por lesión en la pierna derecha. De ahí que los 22 puntos de ventaja que tenían ya los Lakers al concluir la primera parte no eran muy relevantes.

Por eso lo más interesante al final fue la marca de Jackson y los 3.710 puntos que Bryant ha conseguido como profesional en la fase final para superar al legendario Magic Johnson, en el noveno puesto, de la lista de todos los tiempos de la NBA. Mientras que en la de los Lakers, ahora ya sólo tiene a los legendarios Jerry West (4.457) y Kareem Abdul-Jabbar (4.070) por delante.

El alero Carlos Boozer encabezó el ataque de los Jazz al conseguir 27 puntos y el base Deron Williams sumó 16 y 17 asistencias, su mejor marca como profesional en la fase final.

Sin embargo, ambos tuvieron problemas por acumulación de faltas personales después de que a Boozer le señalaron la tercera justo antes del descanso, cuando Williams ya tenía también dos.

Los Hawks también demostraron una gran superioridad sobre los Heat para ganar por paliza de 90-64 y ponerse con la ventaja de 1-0 en la serie al mejor de siete.

El alero Josh Smith, con un doble-doble de 23 puntos, 10 rebotes, tres recuperaciones de balón y dos asistencias, lideró una lista de seis jugadores que tuvieron dobles dígitos para los Hawks, que también hicieron una gran defensa, individual y por zonas.

Pero fue Smith el que dio el mayor espectáculo en el partido con toda la variedad de mates ante el regocijo de los miles de aficionados que habían llegado al Philips Arena, de Atlanta, para ver triunfar a su equipo.

El escolta Joe Johnson anotó 15 puntos, mientras que el pívot dominicano Al Horford también fue uno de los jugadores más completos para los Hawks al conseguir 14 puntos con nueve rebotes.

Mientras, la imagen de los Heat volvió a ser la de siempre, un equipo inconsistente, sin definición en su juego, y siempre pendiente de lo que haga Wade, que para desgracia de ellos, esta vez fue muy poco, lo mismo que el resto de sus compañeros.

Wade sólo pudo anotar 19 puntos, 11 por debajo del promedio que lo convirtió en el máximo encestador de la liga, después de fallar 13 de los 21 tiros que hizo de campo, repartió cinco asistencias, capturó cinco rebotes y recuperó tres balones.

El alero novato Michael Beasley fue el otro jugador de los Heat que, con 10 puntos, tuvo dobles dígitos para dejar que los Hawks empatasen la marca de todos los tiempos de menos puntos permitidos a un equipo en la fase final.

Los Hawks no habían dejado a un rival con 64 puntos en un partido de la fase final desde la fase final de 1998, cuando lo hicieron ante los Hornets de Charlotte, y establecieron la marca de equipo que hoy, domingo, empataron.

Los Sixers dieron otra sorpresa al imponerse por 98-100 a los Magic de Orlando. Si en la jornada del sábado, los Bulls de Chicago, séptimos clasificados, derrotaban en Boston a los Celtics, segundos, en la dominical, les tocó el turno a los Sixers, sextos, que se impusieron al equipo con la tercera mejor marca.

La figura del partido fue el escolta Andre Iguodala, que a falta de 2,2 segundos para concluir el tiempo reglamentario, hizo un tiro en suspensión para anotar la canasta que decidió la victoria de su equipo y que le permitió ponerse con la ventaja de campo y 1-0 en la serie al mejor de siete. El triunfo de los Sixers tiene doble valor porque lo consiguieron después de remontar una desventaja de 18 puntos.

Iguodala, con 20 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias, fue sin discusión, no sólo el jugador decisivo, sino también la estrella de los Sixers, que ganaron por primera vez a los Magic en los cuatro partidos que ambos equipos han disputado en lo que va de temporada.

Esta vez la gran labor individual del pívot Dwight Howard, que consiguió 31 puntos (11 de 13 tiros de campo) con 16 rebotes, sus mejores marcas en la fase final, no fueron suficientes para lograr la victoria que tanto necesitaba su equipo.