Celtics juegan a lo campeón, Jazz a la antigua y Mavericks como nunca

NBA/FASE FINAL





La victoria permitió a los Celtics recuperar la ventaja de campo, que había perdido en Boston, para ponerse con 2-1 en la serie al mejor de siete, mientras esperan al domingo para disputar, en el mismo escenario, el cuarto partido. Los actuales campeones de liga recuperaron al alero Paul Pierce como su líder encestador natural y con 24 puntos encabezó una lista de cinco jugadores que tuvieron dobles dígitos.

El base Rajon Rondo no tuvo que recuperar nada porque siguió siendo el líder indiscutible en la dirección del juego y consiguió un doble-doble de 20 tantos, 11 rebotes, tres asistencias y cinco recuperaciones de balón, que dejaron sin respuesta a los "Baby" Bulls, con el novato Derrick Rose a la cabeza.

Por si todo lo anterior no hubiese sido suficiente, el escolta Ray Allen se olvidó de la pesadilla del primer partido e hizo su trabajo al aportar 18 puntos (6 de 12 tiros de campo, incluidos 3 de 4 triples y 3-3 desde la línea de personal). El alero Glen Davis, que ha surgido con una consistencia que era vital para el equipo ante las bajas de Garnett y Leon Powe, aportó 14 puntos con nueve rebotes, seis asistencias, seis recuperaciones de balón y tres tapones.

Pero faltaba el jugador sorpresa del partido y ese no iba a ser otro que el veterano base Stephon Marbury, el "guardado" del entrenador de los Celtics, Doc Rivers, para la fase final.

Sin haberle dado demasiados minutos durante la temporada regular, Marbury ha tenido un comportamiento ejemplar en el banquillo y aprovechó su oportunidad para aportar 13 puntos con cinco asistencias en 24 minutos de acción, una aportación que dejó más que feliz a todos y especialmente a Rivers.

Esta vez, a diferencia del suspense y dramatismo que se dio en los dos primeros partidos de la serie, disputados en Boston, todo fue fácil para los Celtics, con el base Derrick Rose desaparecido para los Bulls y el escolta Ben Gordon sin ninguna inspiración en los tiros a canasta.

Gordon, que en el segundo partido anotó 42 puntos, no fue ni su sombra al quedarse con sólo 15, líder del equipo, mientras que Rose logró nueve al fallar 10 de 14 tiros de campo.

El base Deron Williams y el alero Carlos Boozer recordaron a las leyendas John Stockton y Karl Malone y los Jazz, en su versión antigua, derrotaron 88-86 a los Lakers, afectados por el virus de una mala noche encestadora de Kobe Bryant, que falló 19 de 24 tiros de campo.

Williams con 2,2 segundos para concluir el tiempo reglamentario anotó con un tiro en suspensión sin equilibrio la canasta que le dio a los Jazz su primera victoria en la serie al mejor de siete, que sigue con ventaja de 2-1 para los Lakers. El cuarto partido se jugará en el mismo escenario del Energy Solutions Arena, el próximo sábado, y al margen de quien consiga la victoria, la serie vuelve de nuevo para un quinto encuentro al Staples Center.

Pero si Williams, al más puro estilo Stockton, anotó la canasta de la victoria, el gran héroe y figura del partido fue el alero Carlos Boozer, inmenso en todas sus acciones, a pesar del gran esfuerzo y garra que puso el ala-pívot español Pau Gasol. El pívot Andrew Bynum estuvo sentado en el banquillo y sólo jugo siete minutos.

Boozer, que hizo también recordar a Malone, arrolló literalmente a la defensa de los Lakers y bajo los aros no tuvo enemigo como lo demostró su doble-doble de 23 puntos, 22 rebotes, segundo partido en la fase final que consigue 20-20.

Precisamente el juego bajo los aros iba a definir al ganador del partido después que los Jazz capturaron 55 rebotes por tan sólo 40 de los Lakers.

Los 22 rebotes también le permitió a Boozer empatar la mejor marca en la historia del equipo, en posesión de Malone, mientras que el alero Paul Millsap lo apoyó con 14 balones capturados bajo los aros.

El alero Lamar Odom con un doble-doble de 21 tantos y 14 rebotes fue junto a Gasol, que aportó 20 tantos y capturó nueve balones bajo los aros los máximos encestadores de los Lakers, mientras que Bryant se quedó con 18 anotaciones. El resurgir del alero alemán Dirk Nowitzki y la gran defensa que hicieron los Mavericks fueron la clave para que ganasen 88-67 a los Spurs en el tercer partido de la eliminatoria del duelo tejano.

No se recordaba un partido tan malo en ataque por parte de los Spurs, que fueron superados en todos los aspectos del juego por unos Mavericks que se colocan con la ventaja de 2-1 en la eliminatoria al mejor de siete y disputaran el cuarto partido en su campo del American Airlines Center, el próximo sábado.

No hubo "caza" intencional del pívot Erick Dampier contra el base francés Tony Parker, como había "prometido" el jugador de los Mavericks, pero si una gran labor de equipo.

Con un Nowitzki que recuperó su mejor toque de muñeca para anotar 20 puntos con 8 de 12 tiros de campo y 4-4 desde la línea de personal, los Mavericks tuvieron a otros cuatro jugadores que anotaron dobles dígitos y dejaron a los Spurs con sólo 30 tantos al descanso.

Mientras que los Spurs, que registraron la anotación más baja para un partido de la fase final, la marca la tenían en 70, contra los Suns de Phoenix, en el 2000, recibieron 12 puntos de Parker y 10 del pívot argentino Fabricio Oberto, los dos únicos que tuvieron dobles dígitos.

Oberto dio una lección de pundonor y espíritu de lucha para hacer todavía más significativa la ausencia de su compatriota Manu Ginóbili; sin él en el campo, los Spurs son un equipo "muy diferente".