Trámite en Vistalegre

Los menorquines se juegan la vida en la pista blanca. Si pierden desciende. En los blancos habrá oportunidades para todos, incluido Mirotic. Bullock y Felipe, dudas.





Menorca llegó a Madrid con algo más que la soga al cuello. Al equipo de Javier Imbroda no le sirve otra cosa que no sea el triunfo en Carabanchel. De no hacerlo descenderá automáticamente de categoría. Además, la estadística juega claramente en su contra. Y es que los menorquines nunca han sido capaces de ganarle al Real Madrid, un equipo que les tiene tomada la medida tanto en Mahón como en la capital de España.

En el Real Madrid, por su parte, todo es tranquilidad a la espera de la fase decisiva de la temporada. Únicamente, el contratiempo que ha supuesto la tendinitis que arrastra Bullock y la contractura dorsal de Felipe Reyes podrían hacerle torcer el gesto a Joan Plaza. Ambos jugadores son duda para el choque de esta noche. Tras la derrota ante Estudiantes del pasado sábado, los de Plaza tienen muy claro que el cuarto puesto en la fase regular no es del todo malo. Con Mumbrú lesionado (reaparecerá en los play off), será una buena prueba para ver en acción a los Tomas, Winston y, sobre todo, Mirotic. El joven balcánico dispondrá de minutos en la noche de hoy y espera revivir las sensaciones que tuvo el día que los blancos recibieron al CAI.

Será el último partido que disputen los blancos en casa en la temporada regular. El día 9 se medirán al Ricoh Manresa en el último choque de la campaña. Será entonces cuando comience la fase importante de la temporada. La que marcará el presente y la que dictaminará el futuro.