Lebron James admite que su filosofía es la de nos felicitar al rival que le gana





Eso fue lo que James hizo cuando la noche del pasado sábado, los Magic de Orlando, con el pívot Dwight Howard al frente, vencieron a los Cavaliers por 103-90 en el sexto partido para ganarles 4-2 la eliminatoria de las Finales de la Conferencia Este. La derrota y eliminación descubrió la nueva personalidad de James que fue la de no querer hablar a nadie, ni tan siquiera a su amigo del equipo nacional (Howard), mucho menos felicitar a los jugadores de los Magic y desearles suerte en las Finales que van a disputar, de manera justa, ante Los Ángeles Lakers. James, en una acción y actitud que ha sido calificada por todos los comentaristas deportivos del país con el calificativo menos duro de "muy desafortunada", no ha arregló para nada su comportamiento negativo y poco representativo de un reciente ganador del premio de Jugador Más Valioso de la Liga (MVP).

Por el contrario, James al margen de explicar que la derrota de los Cavaliers ante los Magic no iba a afectar su futuro con el equipo de Cleveland, también dio a conocer su nueva filosofía de como entiende "personalmente" que debe comportarse ante los rivales que le ganan, aunque entre ellos estén los que considera "amigos". James, en una rueda de prensa celebrada en las instalaciones de entrenamiento de los Cavaliers, apareció ante los periodistas a los que tampoco quiso hablar la noche anterior, y se limitó a admitir que el rival fue mejor. "Ahora puedo felicitar a Orlando por la serie tan increíble que han disputado, pero eso es todo lo que tengo que decir con relación al equipo rival", respondió James con indiferencia.

La estrella de los Cavaliers puso más énfasis cuando explicó los motivos por lo que ni tan siquiera felicito a su amigo Howard, al que dijo que si le envió un correo electrónico después de haber concluido el partido del pasado sábado. "Es muy duro para mi felicitar a alguien después que has perdido por su culpa y ante su equipo", explicó James. "Soy un ganador y eso no significa que sea un mal perdedor o algo parecido". James explico que había aprendido que si alguien le ganaba no había motivo para ir a felicitar al contrario. "Eso es algo que para mi no tiene sentido. Antes que nada soy un competidor, eso es lo que realmente soy", subrayó James. "Para mi no tiene ningún sentido dirigirme al culpable de haber perdido el partido y darle la mano a alguien".

La filosofía de James tampoco tiene nada que ver con la que practicaron legendarios del Salón de la Fama como Wilt Chamberlain, Wilt Chamberlain, Magic Johnson, Larry Bird, Isiah Thomas y Michael Jordan, en los grandes duelos que protagonizaron dentro de los campos y el abrazo que siempre se daban al concluirlos. Al margen de su nueva versión del "Fair Play", que encaja todavía menos con el pensamiento del francés Pierre de Coubertin, fundador de los Modernos Juegos Olímpicos, de que lo "importante no es ganar sino competir", James dijo que se sentía "muy bien" y satisfecho de la manera como el equipo había evolucionado. "Estoy satisfecho con la situación en la que marcha el equipo", valoró James. "Deseas seguir para ser cada vez mejor y eso es todo lo que se puede pedir".

James destacó que no tenía ninguna duda que la próxima temporada el equipo iba a ser mejor por que nadie quería dar un paso atrás en el rendimiento y objetivos. "Creo que hemos avanzado desde que el año pasado quedamos eliminados (4-3) en la serie de semifinales ante los Celtics de Boston", argumento James. "Nuestra esperanza es que el próximo año lleguemos más lejos". James, de 24 años, reconoció que la serie contra los Magic había sido "muy competitiva", que pudo llegar al séptimo partido como también acabado en 4-0. "Ambos equipos fueron muy buenos en el campo y para nada estuvo cansado, como algunos periodistas han querido ver en los últimos minutos de los partidos contra los Magic", justificó James.