Palizón... y a soñar con la final

Los de Plaza hicieron un gran partido y empataron la serie. El sábado, partido definitivo en Vitoria en busca de un puesto en la final





Los blancos, conscientes de que la victoria era el único camino a seguir para seguir con vida en las eliminatorias por el título, se vistieron con sus mejores galas, tanto defensivas como ofensivas, y pasaron por encima de un Tau apático y totalmente a merced del cuadro madridista, que aplazó la resolución de la serie hasta el próximo sábado, con el Buesa Arena de Vitoria como escenario.

Felipe Reyes (18 puntos), imperial en la 'pintura', fue el líder de un Real Madrid en el que todos jugaron a gran altura, ante un Tau que en nada se pareció al poderoso equipo que lideró la fase regular, ni siquiera al bloque que superó claramente a lo blancos hace cinco días en el primer encuentro de la eliminatoria.

Sabedor de la importancia del 'factor Vistalegre', talismán para los locales, Ivanovic alertó a los suyos en las horas previas, recalcando la importancia de controlar la emotividad de un choque en el que los blancos tratarían de imponer un ritmo frenético y 'encender' a sus aficionados. Sin embargo, el aviso fue baldío para el Tau Cerámica.

El Real Madrid buscó en su armario, sacó su ropa de gala, la de las grandes ocasiones, y fue un martillo que golpeó sin cesar, y desde el inicio, al conjunto vitoriano, que nunca lideró el marcador y llegó a tener desventajas de más de treinta puntos ante la voracidad del pletórico cuadro blanco.


El conjunto de Plaza salió al parquet con un claro objetivo y mostrando sin pudor sus argumentos para lograrlo. Reyes, maniatado en Vitoria, dominaba la pintura, y Mumbrú y Raúl López ejercían de perfectos escuderos para el capitán madridista, ante un Tau en el que Splitter estaba demasiado solo.

Y es que Rakocevic, una pesadilla para el Real Madrid durante sus últimos enfrentamientos, cuajó un horrible encuentro estando lejos de la versión del jugador determinante que acostumbra a mostrar. Incluso sin Reyes en pista -sentado por problemas de faltas-, el Tau era incapaz de nivelar la contienda a causa del despliegue físico local.

LOS LOCALES SE DESATAN Y HUMILLAN AL TAU

REAL MADRID 102: López (10), Bullock (16), Mumbrú (11), Hervelle (6), Reyes (18) -cinco inicial--; Llull (14), Tomas (5), Winston (4), Massey (8), Van Den Spiegel (10), Mirotic (-) y Santana (-).

TAU CERÁMICA 82: Prigioni (2), Rakocevic (6), Mickeal (9), McDonald (-), Splitter (9) --cinco inicial--; Lucas (16), Vidal (21), San Emeterio (7), Teletovic (8) y Baldo (2).

PARCIALES: 22-18, 22-16, 35-19 y 23-31.

ÁRBITROS: Hierrezuelo, Pérez Pizarro y Perea. Sin eliminados.

PABELLÓN: Vistalegre. 11.500 espectadores.

INCIDENCIAS: El encuentro se detuvo unos minutos al comienzo del tercer período por problemas de la Mesa con el acta digital del encuentro. El nuevo presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, estuvo presenciando el encuentro en el palco de autoridades.

No obstante, a pesar del dominio del 'tempo de partido' de los de Plaza, los vitorianos aguantaban sin despegarse en exceso en el electrónico merced a un fantástico Vidal y a los buenos minutos de su banquillo. Pero los esfuerzos quedaron puestos en evidencia cuando, en otro 'tirón', el Real Madrid elevó su renta hasta los diez puntos, marchándose al descanso solidificando su fe en el triunfo.

La emotividad local había dañado al Tau, pero los blancos subieron un nivel más su intensidad tras la reanudación, marcando un contundente 10-2 de parcial que dejaba al Tau al borde del 'KO' (54-36, min.22). Era el inicio del fin, el Real Madrid se desató por completo, con todos sus jugadores brillando sobre la cancha, hasta despedazar, cual 'juguete roto', al actual campeón.

De hasta treinta puntos (75-45, min.28) llegaron a ser las rentas durante el tercer período, en el que los de Plaza consiguieron un imponente 35-19 que no sólo acababa con el partido, sino que lanzaba un serio aviso el Tau Cerámica, obligado a recuperar su mejor cara para afrontar con garantías el decisivo encuentro del sábado.

El último cuarto fue un mero trámite que sólo valió para prolongar la agonía baskonista. Porque los blancos, que estuvieron seguidos desde el palco por el nuevo presidente del club, Florentino Pérez, no redujeron ni un ápice su intensidad sobre la cancha, ahondando en la herida abierta de un Tau que clamará venganza en el tercer y definitivo duelo.