Resulta curiosa la problemática que envuelve a Ricky. El jugador está como loco por hacer las américas, sin embargo, le aterroriza jugar en Madrid porque estaría lejos de sus amistades y familiares. A poco que nos equivoquemos, Madrid siempre estará más cerca de su casa que EE.UU. Una razón para nada comprensible.
El Real Madrid, por su parte, tiene un acuerdo con el Joventut casi cerrado. Los verdinegros, en este caso, no suponen un problema en la negociación que ha llevado personalmente Antonio Maceiras, Director Deportivo del equipo blanco. Todo está a la espera de que el jugador se convenza de que Madrid no está tan lejos de casa o, en su defecto, que el Barcelona haga una oferta al Joventut decorosa y cumpla los deseos del presidente del DKV, Jordi Villacampa.
PRIGIONI
El equipo de Ettore Messina, a la espera de la decisión final de Ricky y lo que pueda pasar con su futuro, tiene que cerrar la contratación de un base. Éste, además, debe ser cupo. Tras una semana de parón, los blancos han retomado las conversaciones con el Caja Laboral para fichar a Prigioni. Sin embargo, la empresa se antoja complicada. Querejeta, máximo responsable del club vitoriano, quiere tensar la cuerda al máximo, de ahí que le haya pedido a Maceiras el pase de Oleson y una cantidad próxima a los 300.000 euros por Prigioni. Una locura si tenemos en cuenta que Oleson le costó al Madrid cerca de 1.5 millones de euros y aun no ha debutado. Las conversaciones continuarán a lo largo del fin de semana y, a primeros de la próxima, podría haber fumata blanca aunque a fecha de hoy las posturas están bastante alejadas.
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