Prigioni asume el liderazgo

Los vallisoletanos salieron con ganas de demostrar que ya son equipo de la ACB y, bien dirigidos por Chase, realizaron un gran juego, sobre todo en la faceta defensiva, que les permitió mantener a raya al Real Madrid, falto de sus internacionales, y finalizar el primer cuarto con un buen sabor de boca (19-19).

GRAN PARTIDO DE PRIGIONI

Prigioni se hizo con el control del balón lo que, añadido al acierto desde la línea exterior de los madrileños y al bajón defensivo del cuadro local, concedió el dominio del marcador a los de Mesina (24-29, min.13), que el técnico del CB Valladolid, Porfirio Fisac, intentó frenar con un tiempo muerto.

La arenga del técnico y el regreso a la cancha de Chase y Van Lacke fueron tremendamente efectivos, ya que permitieron al CB Valladolid ir recortando diferencias -que llegaron a los nueve puntos de ventaja para el Real Madrid (24-31)- hasta volver a equilibrar el electrónico (43-43) en el descanso.

EL TIRO DE TRES, LA MEJOR ARMA DEL MADRID

Tras la reanudación, Prigioni y Bullock se hicieron dueños y señores de la pista y "cosieron" a triples a los vallisoletanos -doce puntos en cuatro minutos-, con lo que el Real Madrid obtuvo una renta de nueve puntos (50-59), que obligó a Fisac a solicitar un receso.

De nuevo el tándem Chase-Van Lacke permitió al conjunto local acercarse en el marcador (56-59), pero los fallos defensivos impidieron rematar esa remontada y el Real Madrid amplió las diferencias (60-65) al final del tercer cuarto, que alcanzarían los doce puntos (63-75) en el minuto 33, ante la impotencia de los vallisoletanos.

BUENAS SENSACIONES

Aunque hubo algún tímido acercamiento, lo cierto es que el Madrid no tuvo dificultades para dominar el juego, si bien el castigo final infligido por la escuadra madrileña, merced a las faltas personales señaladas al CB Valladolid-, no respondió a la realidad del partido, puesto que los locales aguantaron el tipo hasta el tercer cuarto y dieron una lección de entrega.