Todo fue optimismo y confianza lo que mostraron los directivos, entrenador y jugadores de Los Ángeles Lakers durante la jornada de presentación con los periodistas para iniciar los entrenamientos de cara a la defensa del título de liga que lograron la pasada temporada. Uno de los jugadores que mostró su lado más feliz y sonriente fue el escolta estrella Kobe Bryant, líder indiscutible del equipo, que paso de hace dos temporadas a pedir el traspaso, a no preocuparle nada el hecho de que no haya renovado todavía su contrato.
Algo que tampoco le preocupa demasiado a los directivos de los Lakers, que dijeron estar listos para sentarse y escuchar los deseos de Bryant, sin que al final haya ningún tipo de problema a la hora de dejar cerrado el nuevo contrato. Aunque Bryant no quiso responder pregunta alguna relacionada con su renovación, también dejó muy claro que no iba a ser un asunto que acaparase la atención o fuese motivo de distracción para el equipo. Fuentes cercanas a los Lakers han confirmado que las negociaciones informales ya han comenzado y dentro del equipo existe el convencimiento de que el nuevo acuerdo se firmará sin ningún problema.
Por ahora, Bryant sigue bajo su actual contrato que le permitirá ganar 23 millones de dólares y otros 24,8 para la del 2010-11, si no decide acogerse a la opción de ser agente libre a partir de julio del próximo año. Algo que no se presenta como la mejor opción para Bryant ante la actual crisis económica que se vive dentro del país y de la NBA, que no permite a ningún equipo darle el potencial deportivo y económico que encuentra con los Lakers.
De ahí que Bryant llegase al campo de entrenamiento con la sonrisa en los labios, respondiese con amabilidad todo tipo de preguntas, grabases anuncios publicitarios, de ayuda social e incluso de apoyo a los Dodgers de Los Ángeles, el equipo campeón de la Liga Nacional del béisbol profesional. La llegada de su nuevo compañero de equipo, el alero Ron Artest, también ha permitido a Bryant tener mayor diversión durante los entrenamientos al intercambiar todo tipo de bromas, que de acuerdo a la figura de los Lakers hacen que el trabajo sea "mucho más divertido".
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