Sin embargo el partido se complicó mucho para los locales y llegó al final del tiempo reglamentario con empate en el electrónico (83-83). Por tanto, iba a tener que decidirse en la prórroga, un tiempo extra en el que los mejores jugadores son los que suelen marcar las diferencias.
Y esto es lo que pasó con Louis Bullock, ya que el escolta de Washington se marcó un minuto mágico que posiblemente no olvide nunca. Con un minuto y medio para el final y 86-87 en el marcador, el jugador madridista dio un recital de acierto de cara a canasta y anotó tres triples consecutivos, a cada cuál más estratosférico y difícil. Así, a medio minuto de la conclusión, el partido estaba sentenciado con el 95-87 final.
Un año y medio después de semejante hazaña las cosas han cambiado mucho en el Real Madrid, ya que ahora el conjunto de Messina cuenta con un gran número de jugadores capaces de tomar la responsabilidad en los momentos claves. Aunque, viendo lo que hizo Bullock aquél día, la afición merengue puede estar tranquila mientras Sweet Lou esté en la cancha.
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