Sintes, presidente del Menorca, critica al Gobierno balear





El presidente del ViveMenorca, José Luis Sintes, ha pedido "urgentemente" al Govern que pague los 1,4 millones de euros que debe al club para paliar la situación crítica de liquidez por la que atraviesa la entidad.

El propio Sintes, junto a otra persona, ha tenido que avalar esta cantidad para hacer frente a los pagos del personal, dado que, según el máximo dirigente del club menorquín, el ViveMenorca tiene que recibir alrededor de dos millones y medio de euros de diferentes instituciones de la comunidad.

Tesorería crítica

Ante esta situación, José Luis Sintes ha criticado a los políticos de Baleares y, en un comunicado oficial, reconoce que el club está "en una situación crítica de tesorería", ya que además de las cantidades que adeudan a la entidad numerosas instituciones autonómicas, existen "gastos derivados de la devolución de pagarés"

El presidente reconoce que él mismo "junto con otra persona" han avalado "un millón de euros hasta el día 30 de junio" y advierte de que si el dinero no llega antes de esa fecha "la situación será dramática".

Sintes deja claro "que el club ha gestionado perfectamente el día a día, ha pagado cada fin de mes a los jugadores", pero señala que ya "no hay margen de maniobra".

"No hemos generado deuda, hemos cumplido, tenemos una gran afición, pero los políticos no están cumpliendo con la isla de Menorca, ellos sabrán lo que hacen pero es que ni tan siquiera dan la cara, si tienen problemas que busquen soluciones porque tenemos que pagar muchas nóminas", denuncia el presidente del ViveMenorca.

Críticas

El máximo responsable del club de baloncesto menorquín critica que los dirigentes políticos de Baleares no hayan creado "ninguna infraestructura" en la isla. "Aquí no hay ni infraestructuras ni el dinero de las subvenciones que han prometido para el Menorca Básquet", advierte Sintes.

A su juicio, esta actuación pone de relieve que "Menorca no es importante" para los dirigentes de Baleares" y rechaza creer que en el Govern balear no hay gestores para arreglar esta situación. "Lo más triste es que nadie dice nada", comenta.