Una bendita prórroga para el líder blanco

GRAN CANARIA 67-73 REAL MADRID





La dirección de Prigioni (9 puntos y 5 asistencias) en los momentos claves y el acierto anotador de Velickovic catapultaron a un equipo blanco que encontró en Carroll (23 puntos) y Savané (16) una sólida resistencia.

El partido comenzó con el juego de ambos equipos canalizado en la pintura, con Lavrinovic (8 puntos en el periodo inicial) campando a sus anchas sobre la zona amarilla, obligando al técnico local Pedro Martínez a reestructurar la defensa con la entrada de McDonald.

Sin embargo, la escuadra amarilla empezó a carburar con el acierto exterior de Carroll, que con 7 puntos, triple incluido, logró adelantar a los suyos con un ajustado 11-10. La segunda falta de Prigioni parecía dar respiro al conjunto canario, puesto que su férrea defensa sobre Marcus Norris había provocado lagunas en la dirección isleña.

Ficha técnica:

67. Gran Canaria 2014 (18 13 19 12 5): Norris (2), Carroll (23), Savané (16), Augustine (8), Moran (3), equipo inicial, McDonald (2), Bellas (-), Fisher (-), Sanders (11) y Kickert (2).

73. Real Madrid (18 9 23 12 11): Prigioni (9), Hansen (15), Bullock (4), Lavrinovic (15), Garbajosa (3), equipo inicial, Velickovic (13), Llull (5), Hervelle (2), Vidal (2) y Kaukenas (5).

Árbitros: José Ramón García Ortiz, José Javier Murgui y Antonio Sacristán. Sin eliminados.

Incidencias: 5.015 espectadores acudieron al Centro Insular de los Deportes para seguir este encuentro correspondiente a la séptima jornada de la Liga ACB.

El conjunto blanco siguió apurando sus cambios, fiel al estilo de Messina. Con ello, el lituano Rimantas Kaukenas y el escolta nacional, Sergi Vidal, tomaron la manija merengue, propiciando un nuevo empate en el electrónico (15-15) a falta de dos minutos para que concluyese el primer cuarto.

La muñeca de ambos equipos parecía a encogerse en el segundo, ante los discretos porcentajes que madridistas y grancanarios. Y de nuevo, entre la anarquía reinante, Melvin Sanders volvió a aparecer desde el banquillo para romper el partido con dos triples y un mate, secundando por la polivalencia de Kickert (27-23 a falta de cuatro minutos para el descanso).

Tras la reanudación, Savané se convirtió en el principal tormento de la defensa visitante, forzando a Lavrinovic a tomar el banquillo cargado de personales, mientras mejoraba sus estadísticas en el interior.

HANSEN, LETAL DESDE EL EXTERIOR

Con 42-35 en el marcador, el Madrid ajustó su pizarra en los directores de orquesta amarillos para minimizar la ventaja. Velickovic comenzó a tomar confianza, después de un arranque para olvidar (6 puntos en el penúltimo periodo), mientras que Hansen acribillaba desde el perímetro como un improvisado francotirador, con tres triples casi consecutivos.

No fue el partido de Bellas, quien se enfrentaba al equipo en donde se formó como jugador. Ni tampoco el de McDonald. En las filas blancas, Bullock apenas había aparecido en las operaciones ofensivas (2 puntos hasta el momento), mientras que Garbajosa firmaba unos discretos 3 puntos y 4 rebotes, a la espera de que comenzara el periodo decisivo.

El retorno de Prigioni al parqué resultó decisivo para que el Madrid se adelantara a un minuto de la conclusión (60-62). Sin embargo, y tras dos agónicos tiempos muertos, Savané forzaba la prórroga con un tiro en suspensión. Al final Hansen y Velickovic erosionaron la trinchera isleña en el tiempo suplementario, sellando así el definitivo 65-73.