Su buen inicio de campaña en el club blanco contrasta con el hecho de que su llegada y adaptación a Madrid no fueron nada fáciles. En una entrevista concedida al diario El País, el serbio comenta que "para mí, fue muy duro: la primera vez lejos de casa, lejos de los amigos, de los padres... Fue triste. Prigioni (su compañero de habitación) habló conmigo todo el tiempo: de lo que debo hacer, de cómo debo jugar... Me ayudó mucho. Pablo es muy duro".
Así mismo se define como "un jugador duro. Soy, de ese tipo de jugadores, desde que era pequeño hasta ahora. El Partizan, el Madrid... Para mí, es lo mismo: jugar fuerte y luchar todo el rato". Lo que no implica que se ponga nervioso dentro de la cancha, pues "el partido es muy largo. Si me pongo nervioso, me quedaré fuera, eso es seguro. Hay que mantener la calma. Escuchar al entrenador y hacer lo que dice. Es el mejor camino".
Dice que él realmente es un ala-pívot, posición para la que llegó realmente al club merengue. Sin embargo, su reciente adaptación al puesto de tres le está creando algunos problemas, pues "estoy trabajando duro para mejorar, pero es muy diferente. Cada movimiento es distinto, no sé cómo explicarlo. Es mi primera vez. Juego al baloncesto. Eso es lo más importante. Doy lo mejor de mí mismo. Juego de lo que haga falta. Debo aprender mucho y puedo hacerlo de mis compañeros".
Sobre el duelo de este domingo ante el Barça, Velickovic indica que "es un equipo excelente y juega muy bien. Un equipo grande que no ha cambiado muchos jugadores: los hay que llevan muchos años allí". Aunque acaba aclarando que "el Madrid ha fichado a muchos chicos nuevos. Podemos ganar a cualquiera. No hay que respetar a nadie".
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