El Madrid no se apiadó de Plaza

TERCER TRIUNFO CONSECUTIVO EN ACB DE UN REAL MADRID QUE EMPIEZA A RECUPERAR SENSACIONES SEGÚN REGRESAN SUS LESIONADOS. EL CAJASOL DE PLAZA NO FUE RIVAL PARA UN EQUIPO QUE SALIO EN TROMBA DESDE EL PRIMER CUARTO.





Decía Ettore Messina a comienzos de esta semana que un equipo de reciente formación que quiera meterse en una Final Four necesita normalmente un año como mínimo para acoplarse. Pues bien, tras el bache de derrotas sufrido a consecuencia de la acumulación de las lesiones de algunos de sus hombres clave, el Real Madrid empieza a dejar señales de que ya es un conjunto hecho.

El prepartido llegaba marcado por la emotividad del regreso de Joan Plaza a la que fue su cancha durante tres temporadas. El aplauso de la afición merengue a su llegada atestigua que el catalán dejó un buen recuerdo en Madrid, pero ahí se acabaron las concesiones madridistas para la tarde. Y es que los hombres de Messina salieron en tromba, dispuestos a sentenciar el encuentro por la vía rápida. Con Lavrinovic y Velickovic convertidos en unos colosos en la zona, los blancos cogieron pronto diferencias en el marcador (14-2, min.5)

El Cajasol había salido muy frío al parqué y cuando se quiso dar cuenta el partido estaba muy cuesta arriba. Además, la excelente defensa merengue no facilitaba las cosas, pues la primera canasta interior de los andaluces llegó en el minuto 8 de la mano de Triguero. Hasta entonces, ni una sola noticia del juego interior visitante, que hacía aguas mientras que en ataque el Real Madrid percutía una y otra vez el aro sevillano de la mano de un inspiradísimo Velickovic.

A la fiesta inicial se iba a unir pronto Sergio Llull, pues el balear saltaba a la cancha a los cinco minutos y cumplía así su partido 100 en ACB. Su presencia sólo contribuyó a aumentar la velocidad de un partido ya de por sí eléctrico, en el que el Madrid era el único equipo que estaba enchufado. Así, Hansen y Garbajosa entraban en la rotación local y contribuían con sus triples a ampliar un marcador que hacía presagiar una victoria memorable (28-8, min.10).


Relajación en el segundo período

FICHA TÉCNICA.

REAL MADRID 81: Prigioni (0), Bullock (12), Jaric (7), Velickovic (16), Lavrinovic (15) --cinco inicial--Llull (4), Kaukenas (6), Hansen (6), Dasic (2), Garbajosa (7) y Reyes (6).

CAJASOL 61: Ellis (9), Ager (8), Calloway (5), Savanovic (7), Rey (7) --cinco inicial--; Satoransky (2), Kirksay (7), Miso (6), Sastre (-), Radenovic (0), Cabanas (2) y Triguero (8)

PARCIALES: 28-8, 22-11, 10-23, 21-19

ÁRBITROS: Martín Bertrán, Peruga y Sacristán.

PABELLÓN: Palacio de Vistalegre, Madrid.  9.000 espectadores.

El segundo cuarto fue una continuación de la historia vista con anterioridad. Velickovic seguía dominando a placer los aros y el Cajasol sólo lograba anotar a cuentagotas. De hecho, únicamente Triguero mantenía el tipo, mientras que el Madrid se daba un festín con la participación de todos los jugadores a excepción de Dasic (50-19, min.20). Por consiguiente, la única mala noticia era la retirada por lesión de Hansen, que abandonaba la cancha con problemas en su pierna poco antes de acabar el cuarto.

Tras la reanudación, el Real Madrid salió algo frío, quizás consciente de la gran ventaja acumulada en los minutos previos. Esta circunstancia la aprovecharon los jugadores de Plaza para maquillar ligeramente el marcador (56-32, min.26), algo que no gustó a Messina y provocó su reacción poniendo en pista de nuevo a Velickovic y Lavrinovic. El lituano y el serbio respondieron con sendas canastas que, sin embargo, no evitaron que el saldo del cuarto fuera positivo para los andaluces (60-42, min.30).

A pesar del conato de remontada visitante, el partido estaba visto para sentencia. Así que, en estas, dos secundarios de lujo hasta el momento, Bullock y Reyes, decidieron cobrar protagonismo. Ambos contribuyeron con sus canastas a mantener unas rentas tranquilizadoras (70-50, min.35), de forma que los últimos minutos se convirtieron en un intercambio de canastas que concluyó con la decimocuarta victoria merengue en ACB y la sensación de que el Real Madrid que se vio en noviembre está de vuelta.