Kaukénas no fue suficiente en Siena

Montepaschi 83-76 Real Madrid





Siena se presentaba como una de las canchas que te garantizan sacar nota. Buena o mala, pero nota al fin y al cabo. El Madrid lo sabía y, como tal, en el llamado grupo de la igualdad no había momento para el descuido. De ahí que los de Messina salieran concentrados. Y, sobre todo, muy atentos. La igualdad era la nota predominante, a pesar de que el base local, McIntyre, ya dejaba detalles de que su noche olía a MVP.

FICHA TÉCNICA.

MONTEPASCHI SIENA 83: McIntyre (24), Hawkins (5), Sato (14), Stonerook (6) y Eze (10) --cinco inicial--; Zisis (-), Domercant (8), Carraretto (3), Ress (2) y Marconato (11).

REAL MADRID 76: Prigioni (4), Kaukenas (21), Jaric (3), Velickovic (13) y Tomic (4) --cinco inicial--; Llull (3), Bullock (2), Garbajosa (2) y Lavrinovic (24).


PARCIALES: 26-16, 19-19, 19-24 y 19-17.

ÁRBITROS: Shmuel Bachar (ISR), Leonidas Spiridonos (GRE) y Milivoje Jovcic (SRB). Eliminaron a Eze (min.33) por parte del Montepaschi Siena; y a Jaric (min.35) y Kaukenas (min.38) por parte del Real Madrid.

PABELLÓN: Palasports Mens Sana.

Sin embargo, al Madrid le descosieron, de repente, desde dónde más dolía, en el triple. El ya mencionado McIntyre sacó el fusil a pasear y martilleó a un Madrid que se vio besando la lona verde de Siena. Un parcial de 12-0 sacó lo peor de un Messina que tuvo que llamar al orden a los suyos para evitar un posible K.O.

Al rescate de los blancos acudió una mejora en la defensa y, sobre todo, la aportación de Kaukénas y Velickovic. El primero, que volvía a casa, sacó lo mejor de su repertorio ante su camiseta retirada. El segundo, peleón y lleno de clase como siempre, mantuvo al Madrid en los momentos en los que la pelota quemaba.

Un acercamiento sin premio

El paso por los vestuarios revitalizó al Madrid. La defensa subió su intensidad y Kaukénas se puso el traje de Superman. El 13 blanco cogió la mochila, los artilugios y demás menesteres para echarse al Madrid a la espalda, a los hombros y a culaquier parte de su cuerpo. Hizo acopio de todo para hacer de todos. Un par de penetraciones brazo arriba del lituano le sacaron los colores a Hawkins. Y el Madrid, a todo esto, se pegó el arrimón gracias a ello (64-59 min.30).

Los de Messina se aliaron con la ansiedad de un Siena al que se le apagó la luz durante varios minutos. Sólo fue un fundido pues la electricidad de McIntyre llegó a la corriente italiana cuando el Madrid veía la ocasión de ponerse por encima más cerca que nunca. Además, la permisividad arbitral para con la defensa italiana desquició a jugadores de la experiencia de Prigioni o Lavrinovic que vieron como los golpes se convirtieron en el pan nuestro de cada día. Pese a todo, Darjus se fajó en la pintura para anotar y rebotear como de costumbre. Sin embargo, no fue suficiente para que el Madrid pudiera llevarse el triunfo de Siena. Ahora sólo queda apelar al espíritu de Vistalegre para que, un año más, la Final Four no vuelva a pasar de largo.

Fotografía: realmadrid.com