Y no es para menos. Sus 14 puntos y su gran acierto desde la línea exterior han provocado que los madridistas vean en este norteamericano al nuevo tirador que necesita el equipo. Aun así, Almond da más valor a la victoria del equipo que a su actuación personal: “Me siento muy bien. Era mi primer partido y siempre es especial. Me voy muy contento por cómo he jugado, pero sobre todo por la victoria del equipo”.
Además, Almond ha empezado a comprender la filosofía de un club como el Real Madrid, y sabe que jugar bien un partido no te garantiza nada, ya que hay que ganarse los minutos en cada entrenamiento. Él es conxciente de eso, y está dispuesto a ir mejorando día a día:“Jugar bien sólo un día no sirve de nada. Lo que quiero es jugar mejor el siguiente partido, y aún mejor el próximo”.
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