Un trío de ases hizo que Manresa tramitara

Llull, Reyes y Tomic, los mejores de un Madrid a medio gas (81-79)





Ettore Messina tiene claro que Sergio Llull ha cambiado su número con el paso de la temporada. Comenzó siendo el ‘1’ suplente de Pablo Prigioni. Ahora, sin embargo, es el ‘2’ titular del Real Madrid. Por delante de Bullock, de Kaukénas, de Jaric y del lesionado Hansen. El de Menorca es el escolta titular para el técnico italiano. Al menos, es la sensación general de la última parte de la temporada y ante Manresa, a pesar de ser una especie de pachanga con oficialidad, el 23 blanco volvió ejercer de escolta en el inicio.

El clásico inicio merengue

Para no romper con la tradición, el Madrid volvió a salir especialmente frío. Manresa, a base de contraataques consiguió ponerse con seis tantos de ventaja, doblando al cuadro de Messina (6-12 min.3). Pese a todo, entre que la intensidad no era demasiada y que el Madrid no está para hacer concesiones ni ante sus propios hijos, el choque volvió a la normalidad de la mano de los pivots merengues: canastas consecutivas de Felipe Reyes, Ante Tomic y Van den Spiegel, éste último en su retorno a casa tras varios meses de ausencia por lesión (19-17 min.10).

FICHA TÉCNICA:


Real Madrid (19 22 20 20): Tomic (15), Prigioni (4), Reyes (18), Almond y Llull (22) -equipo inicial-, Lavrinovic (9), Garbajosa, Jaric (1), Van den Spiegel (2), Bullock (3) y Velickovic (7) .

Suzuki Manresa (17 20 13 29): Grimau (10), Cusworth (13), Gladyr (14), Lewis (7) y San Miguel (7) -equipo inicial-, Montáñez, Llorca (5), Toledo, Alzamora (5), López (5) e Ivanov (13).

Árbitros: Stelios Koukoulekidis (GRE, retirado al final de la temporada pasada), Raymond Albert Singletary (USA, arbitra en College e Highschool) y Sir Allen Conner (USA, ha dirigido encuentros de la Pre-season NBA). Sustituyeron a los designados Martín Bertrán, Peruga Embid y Muñoz García. Fueron eliminados porcinco personales Llorca (m.36), Cusworth (m.39) y Tomic (m.37).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima cuarta jornada de Liga ACB disputado en el Palacio Vistalegre ante 5.100 espectadores.

Manresa tiraba de casta para no despegarse en el marcador. Tomic y Reyes comenzaban a hacer estragos en ambos aros, sin embargo, la intendencia de jugadores como Gladyr o Cusworth (12 puntos entre ambos de los 26 primeros de su equipo) hacía sudar al Madrid más de lo que la gente esperaba. Los de Messina confiaban su suerte al rey del poste bajo, ese Gasol del Este llamado Tomic, que se convirtió en el faro que ejerció de guía del Madrid. Con Tomic a lo Quijote, Reyes se enfundó el traje de Sancho Panza, para ser el mejor aliado junto a Llull del gigante croata. El Madrid no despegaba pero, al menos, no se dejaba hundir (41-37 min.20).

Un despegue que no terminó de culminar

A pesar de todo, la diferencia de calidad entre uno y otro equipo era abismal. En cualquier momento el cuadro de Messina podía (y debía) romper el partido. De la mano de Llull, el cuadro de Messina comenzó a despegarse. Empezó a correr el aire entre uno y otro equipo. La herida se fue haciendo cada vez más grande y todo hacía presagiar que la diferencia sólo podía ir en aumento (58-45 min.27).

Los blancos, que tampoco quisieron apretar el acelerador en exceso ante la premura de los play-offs, siguieron arriba gracias a la actuación de su trío maravilla: Tomic, Reyes y Llull. Los dos primeros se hicieron amos de la zona y sumaron puntos y rebotes con la misma facilidad que un niño engulle un bocadillo de nocilla. Manresa se quedó sin argumentos para pelear por el marcador y, finalmente, firmó una sentencia digna. Y eso que una pérdida de Prigioni estuvo cerca de llevar el partido a la prórroga. A Llull no le tembló el pulso y el Madrid logró una victoria tan pasable como el partido. Lo serio comienza a finales de semana.