El 'pésimo' Plaza desnudó al Madrid de Messina

Real Madrid 60-66 Cajasol





Los precedentes en la temporada hacían presagiar una victoria fácil del Madrid ante el Cajasol. Sin embargo, también podría haberse dicho que los choques que los sevillanos disputaron ante los blancos esta campaña fueron fantasmagóricos por su parte. Por si esto fuera poco, el Madrid tampoco anda sobrado ni física ni deportivamente. De ahí que el Cajasol de Plaza, que volvió a ser aplaudido por la que fue su afición, se agarrara al marcador desde el primer instante (9-10 min.7).

Pintaba a partido a cara de perro. Muchos fallos y pérdidas en ambos bandos daban paso al festival reboteador de Tomic (4 puntos y 4 rebotes en el primer periodo) que estuvo especialmente entonado en los rechaces ofensivos. Sin embargo, al croata le sigue faltando cierto empaque que haga de cada rebote un hundimiento de la canasta. Cuando mejore su capacidad física, con esos 217 centímetros de estatura, podrá pasar de gran jugador o súper jugador. El Madrid no se despegaba por más que lo intentaba aunque tenía respiros medianamente profundos (34-28 min.18). A pesar de todo, Cajasol seguía con vida gracias a Savanovic, que fue el argumento ofensivo del equipo de Plaza. El balcánico logró 13 puntos y 3 rebotes al descanso. El mejor del partido.

FICHA TÉCNICA.

REAL MADRID 60: Prigioni (6), Llull (10), Velickovic (6), Reyes (9), Tomic (6) --cinco inicial-- Lavrinovic (5), Jaric (-), Van den Spiegel (3), Garbajosa (2), Bullock (13), Vidal (-).


CAJASOL 66: Calloway (4), Ellis (9), Kirksay (14), Savanovic (19), Triguero (4) --cinco inicial-- Miso (8), Cabanas (-), Douglas (-), Radenovic (8).

PARCIALES: 16-14, 18-17, 17-22, 9-13.

ÁRBITROS: Miguel Ángel Pérez Pérez, Óscar Perea, Anna Cardús. Eliminado Triguero en el Cajasol por faltas personales.

PABELLÓN: Palacio Vistalegre. 6.200 espectadores.

El Madrid salió con la intención de meter una marcha más en la segunda mitad. Velickovic se transformó en ese alero desequilibrante que Messina demanda de unas fechas para acá. El serbio firmó una jugada digna de las mejores de la temporada. Un reverso, bote rápido y en rectificado, previa extensión del brazo, canasta además de falta personal. La mejor acción del partido. La celebración tampoco tuvo nada que envidiarle a la canasta. Y es que Llull y el propio Velickovic brincaron de lo lindo para chocar sus cuerpos en el aire.

Pese a todo, Cajasol tenía ganas de batalla. Y mucha. Savanovic seguía a lo suyo, anotando y machacando a la defensa del Madrid a base de penetraciones. Kirksay se sumó a la fiesta de su compañero y se convirtió en ese ‘3’ indefendible que, semana tras semana, suele encontrarse el Real Madrid en cada partido. Por cierto, de Almond ni rastro. Los sevillanos seguían a lo suyo y, a base de defensa, martilleaban cada ataque madridista que se las veía y deseaba para subir puntos a su tanteador (51-53 min.30).

La afición acabó "hasta los huevos"

La sequía madridista en el cuarto decisivo duró 6:45. Una pasada.  Esto desenmascaró las deficiencias de un equipo al que le cuesta anotar cuando la defensa contraria es dura. Cajasol, a lo suyo, defendía en zona y atacaba con cierta parsimonia. El Madrid no metía y tampoco defendía. El resultado del cataclismo merengue fue un parcial de 2-10 para los visitantes que puso el marcador en un casi definitivo 53-63 (min.37).

Los pitos arrecieron en Vistalegre, pero no para los árbitros, ni tan siquiera para los jugadores visitantes. Eran para los jugadores (para algunos) y para el banquillo merengue. El naufragio era general y el famoso “hasta los huevos, estamos hasta los huevos” atronó en la pista merengue. Una definición que ni pintada.

Joan Plaza golpeó primero. El malo, pésimo, paupérrimo, novel, jovenzuelo y patético entrenador del Cajasol, ex del Real Madrid, le ganó por la mano al laureado Messina con un equipo netamente inferior. Quizá es que Plaza no sea tan malo. Pero hablar es tan sencillo y de opinadores está tan lleno el deporte que cualquiera se permite el lujo de criticar el trabajo de un profesional como Plaza de la forma tan injusta como la que se hizo en su momento. El sábado, en San Pablo, el Madrid debe evitar el K.O si no quiere darle un disgustazo (otro más) a su siempre fiel afición.

Fotografía: realmadrid.com