Un encuentro especial el que se vivirá mañana en el Sinan Erden Dome de Estambul, donde se verán las caras dos viejos conocidos con una rivalidad histórica y también amigos que han compartido importantes vivencias sobre el parquet.
Rubén Magnano confesaba nada más sellar su billete para octavos que no le gustaba la idea de enfrentarse a Argentina. El preparador dirigió a los Scola, Oberto y Prigioni en la selección 'dorada' argentina donde lograron el oro olímpico en Atenas y el subcampeonato Mundial en 2002.
Además, muchos jugadores han compartido equipo y su relación, lejos de la eterna rivalidad entre ambos países, es cordial y de amistad. Así, Splitter se reencontrará con Scola, Oberto o Prigioni, con los que ha pasado varios años compartiendo vestuario en tierras vitorianas y que mañana deberá enfrentarse a ellos en la 'pintura' turca.
Un duelo vital que valdrá el pase a los cuartos de final y mantenerse vivos en este Mundial donde ambos combinados sueñan con llegar a la lucha por las medallas. El seleccionador de la albiceleste, Sergio Hernández, contará con la buena noticia de la recuperación de Fabricio Oberto, que se perdió varios encuentros de la primera fase por problemas estocamales y que parece ya recuperado para la fase final.
Enfrente una Brasil, que pone la juventud y la ilusión ante la veteranía Argentina, que sabe que para frenar a la albiceleste deberá intentar que la conexión Scola, máximo anotador del Mundial y que está brillando en tierras turcas, y Prigioni no funcione e imponer sus cualidades sobre la cancha, las que brillaron y que estuvieron a punto de tumbar a los Estados Unidos, para estar entre los mejores.
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