El Madrid se llevó el derbi gracias al partidazo de Carlos Suárez

El ex de Estudiantes logró 21 puntos que le sirvieron al Madrid para apuntarse el partido y, de paso, el Torneo de la Comunidad.


Reyes intenta el lanzamiento




La caldera que Estudiantes preparó para recibir a los que otrora fueran sus ídolos fue de órdago. Sergio Rodríguez y Carlos Suárez se llevaron los honores y caricias de aquellos que hace poco les querían y que ahora, cosas del destino, les odiaban. Sin embargo, ninguno de los dos ex pareció especialmente acomplejado por el recibimiento del que fuera su público.

Sin ir más lejos, Sergio Rodríguez empezó como un cohete. Nueve puntos en los siete primeros minutos del partido fueron su tarjeta de presentación. Suárez, por su parte, empezó tranquilo haciendo lo que mejor sabe, capturar rebotes adelante y atrás. El Madrid no andaba fino en el lanzamiento, mal endémico que parece perseguir al equipo desde la pretemporada, y eso se notaba. Además, Estudiantes sí que le tomó tino a la nueva distancia de tres puntos. Pese a todo, la igualdad era manifiesta (23-23 min.10).

FICHA TÉCNICA.

ASEFA ESTUDIANTES 79: Oliver (3), Ellis (1), Welsch (12), Clark (8) y Asselin (11) --cinco inicial--  Driesen (2), Granger (10), Gabriel (16), Sánchez (6) y Jasen (10).


REAL MADRID 84: Rodríguez (11), Fisher (4), Llull (12), Suárez (21), Reyes (14) --cinco inicial--; Velickovic (5), Mirotic (-), Vidal (3), Garbajosa (6), Prigioni (-) y Tucker (8).

PARCIALES: 23-23, 21-16, 13-23 y 22-22.

ÁRBITROS: Emilio Pizzaro, Luis Guirao y Miguel Ángel Pérez Niz. Asselin y Clark fueron eliminados por faltas personales.

PABELLÓN: Palacio de los Deportes. 13.000 espectadores.

Una igualdad que Estudiantes amenazaba con romper por momentos. De la mano de un Gabriel especialmente inspirado (12 puntos al descanso) los locales se despegaban por momentos ante un Madrid al que las faltas personales empezaban a sacar del juego (42-31 min.17). Además, Messina tuvo un error de principiante al juntar durante unos minutos a Mirotic y Garbajosa como pareja interior. Fueron los peores momentos del Madrid. Pese a ello, los blancos recuperaron aire con un triple de Llull y la vuelta a la cancha de Fischer para cerrar el rebote, una sangría hasta entonces para los de Messina. Al descanso, el Madrid estaba vivo aunque dejaba bastante que desear por momentos (44-39 min. 20).

Suárez, imparable desde el triple

Si haciendo la goma el Madrid estaba vivo, el paso por los vestuarios revitalizó al equipo de Messina. De repente, los blancos empezaron a manejarse mejor en defensa y en ataque. A Estudiantes le costaba anotar en la cesta blanca. Eso era lo que Messina demandaba, defensa. Ésta apareció. Sin ser excelsa fue mucho mejor que la del primer cuarto. El ataque era mejorable a todas luces, sin embargo, el faro al que el Madrid se agarró fue Carlos Suárez. El alero de Aranjuez se fue hasta los 26 tantos de valoración a la finalización del tercer periodo, con un par de triples casi consecutivos que enmudecieron a la afición que le estuvo increpando durante todo el partido. Los blancos se vinieron arriba y el marcador lo notó para bien (57-62 min.30).

Pese a todo, el partido estaba encaminado a final de infarto. Un par de malas decisiones del Madrid en ataque metieron al Estudiantes en el choque. A falta de tres minutos, el partido estaba igualado (72-72 min.37). Era el momento de la verdad. Para no esconderse. Y ahí aparecieron Carlos Suárez y Sergio Llull con sendos triples para aplacar el ánimo del graderío local (74-78 min.38). Con todo, Estudiantes no dio el partido por perdido y siguió peleando. Un rebote en ataque de Felipe Reyes, primero, y de Garbajosa, después, volvieron a darle una mínima renta respirable al cuadro de Messina (77-80 min.39).  Aún así, el Madrid tuvo que remangarse la camisa a última hora para, con una canasta a lo palomero de Garbajosa, rematar un derbi muy sufrido que demostró que el Madrid ha acertado fichando a ese jugadorazo llamado Carlos Suárez.

Fotografías: realmadrid.com