Colíder junto al Caja Laboral, con siete victorias y una derrota, el cuadro del italiano Ettore Messina demostró el jueves que es capaz de lo mejor con una victoria contundente y convincente ante el cuadro del Pireo.
Messina pretende que su equipo, pese a su juventud, encuentre la regularidad necesaria y la capacidad para manejar los partidos, tal y como mostró en el encuentro europeo, en el que, como grandes noticias añadidas, se produjeron la reaparición del base argentino Pablo Prigioni y la magnífica actuación del también base Sergio Rodríguez. La nota negativa la puso la lesión de Suárez, que no estará en Canarias.
Sergio Rodríguez tenía ganas de completar un buen partido en casa y ahora quiere dar otro paso en su tierra, ante un rival ambicioso como el Gran Canaria que se hace fuerte en su pabellón, donde, por otro lado, el Real Madrid, ha ganado diez de los diecisiete partidos disputados, aunque la mayoría de forma muy ajustada.
El año pasado el cuadro de Messina venció por 67-73 y hace dos campañas cayó el Real Madrid por 72-68. Será otra prueba de fuego para los blancos, porque además saben que sus oponentes luchan denodadamente por hacerse un hueco en la Copa del Rey y están invictos como locales.
Encontrar la regularidad necesaria dentro de los partidos y no cometer los errores que provocaron las inesperadas derrotas en Alicante y Charleroi son elementos indispensables para que el Real Madrid salga airoso de Las Palmas y siga creciendo.
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