RM gana en la cancha pero pierde en la grada

La bajada de público tras el cambio a la Caja Mágica emborrona la imbatibilidad en casa





La afición merengue no ha visto con buenos ojos la instalación de su equipo en una Caja Mágica que, pese a su estética y modernidad, no parece estar hecha para la disputa de partidos de baloncesto.

La frialdad de los palcos VIP, la seguridad en el entorno y los accesos, la molesta visibilidad que causa la ubicación de las cámaras de televisión o la pésima orientación de los asientos de las esquinas, son sólo algunas de las principales causas de inaceptación por parte de los seguidores madridistas.

Nada más lejos de la realidad, en lo que va de temporada la media de asistencia a la Caja Mágica ronda los 6000 espectadores, muy lejos de los 10000 asientos que, aproximadamente, venía cubriendo el Palacio de Vistalegre entre los años 2004 y 2010; durante los cuales la afición encontró muy buen acomodo en el recinto del barrio de Carabanchel, y eso se reflejó en una comunión equipo-afición que es lo que la entidad madridista, a día de hoy, pretende recuperar.