Prigioni, en el ojo del huracán

El base argentino podría estar detrás de la dimisión de Ettore Messina.





Lo cierto es que algunos integrantes de la plantilla no estaban a gusto con la forma de trabajar de Messina. No les gustaba su manera de trabajar, ni tampoco las broncas que, de vez en cuando, daba a los jugadores cuando se producía un mal resultado. Se le acusa también de no haber sabido sacar el mejor rendimiento a jugadores como Velickovic o Tomic. Pero hay dos decisiones de índole técnica que podrían estar en la raiz de esa fractura entre plantilla y jugadores, las dos relacionadas con pesos pesados de la plantilla.

El primer nombre en cuestión es el de Pablo Prigioni. Para nadie es desconocido que el base argentino es un jugador carácter. Fueron muy sonadas las dos broncas que tuvo con Messina al principio de la temporada. Lo que se desconocía es lo que cuentan nuestros compañeros de El Confidencial, y es que el ex del Caja Laboral tuviera privilegios dentro del equipo. Según informa este diario, el base chantajeó a su entrenador diciéndole que, o jugaba en cada partido 25 minutos o abandonaba el barco. Para sorpresa de todos los jugadores, Messina cedió a las pretensiones de su jugador, y a partir de ahí se acrecentó la división entre plantilla y entrenador.

Otra decisión que sentó muy mal al vestuario es la decisión de dejar sin ficha a Garbajosa cuando el club decidió fichar a Begic. El de Torrejón, pese a llevar tan solo dos temporadas en el club, tiene un peso muy importante dentro de ese vestuario, y su exclusión no sentó nada bien. Incluso el capitán del equipo, Felipe Reyes, llegó a manifestar públicamente el desencanto que le produjo esta decisión.

Pero, más allá de privilegios a uno u otro jugador y a decisiones más o menos controvertidas, lo cierto es que la causa principal de la marcha de Messina es que la plantilla en su conjunto no estaba con él. Lógicamente, con el paso del tiempo esta situación se fue deteriorando, hasta que al final vinieron un par de malos resultados que desencadenaron esta drástica decisión. Ahora habrá que ver si, con Messina fuera del equipo, esos jugadores rebeldes con la causa empiezan a funcionar. Si no es así, habrá que empezar a mirar con lupa a los que se visten de corto.