En una entrevista al diario italiano La Reppublica, el ex–técnico merengue ha confesado que su estancia en Madrid no ha sido muy cómoda: “Un entrenador es grande si tiene detrás a una gran entidad, con dos o tres jugadores importantes, dentro y fuera del campo”.
El técnico asegura que su marcha se trata de un gesto del que se sentía obligado “por el bien y el futuro del Real Madrid”. Del mismo modo, argumentó que la dificultad de competir con presión es un problema en la entidad blanca: "La verdadera batalla del Real Madrid es convivir con la anacrónica necesidad de la victoria. Hoy en día la esencia del deporte es competir a alto nivel. Se puede competir y se puede ganar".
Por otro lado, el italiano habla de su malestar con la prensa madrileña: "El enemigo no son los periódicos de Barcelona, sino los falsos amigos periodistas de Madrid. El Real Madrid está rodeado de una prensa sin dignidad. Busca enturbiar. Protegen al jugador español sobre el extranjero, ponen a unos en contra de los otros".
El técnico transalpino no duda además en criticar algunas apariciones en prensa de los jugadores: "Salió una entrevista sin ningún sentido de Felipe Reyes, que no debía haber salido. En un gran club esto no debe ocurrir. Luego la vuelta del partido con Siena, donde íbamos primeros, que no contaba, la Caja Mágica estaba medio vacía y jugaba el equipo de fútbol. Todo cierto. He visto mucha inmadurez".
Respecto al máximo dirigente de la entidad, Florentino Pérez, el técnico asegura que es complicado reunirse con él, pero que la relación era buena, al igual que con el técnico de la sección de fútbol, José Mourinho: "Le aprecio y no puedo revelar lo que me ha dicho, pero ha sido muy afectuoso".
En relación a Lele Molin, su segundo durante estos años, opina que puede ser “la elección correcta”, y que es “el mejor hombre para llevar a cabo el programa técnico de trabajo y el crecimiento del equipo”.
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