Sin ir más lejos, podríamos decir que la temporada del Real Madrid está siendo más brillante en baloncesto que en fútbol. Incluso los hombres de Molin han tenido más dificultades en el camino, viendo cómo dimitía Messina y cómo todas las miradas apuntaban hacia ellos de forma acusadora.
A estas alturas, las dos secciones aspiran a la máxima competición continental. Ambas se encuentran entre los cuatro mejores equipos de Europa por méritos propios. En ambos casos podría hablarse de que la última palabra se dirá en Barcelona, donde se disputará el encuentro de vuelta de semifinales de Liga de Campeones apenas unos días antes de la Final Four de la Euroliga.
En Copa del Rey, el conjunto dirigido entonces por Ettore Messina también alcanzó la final, al igual que los hombres de José Mourinho. Y también se enfrentó al Barcelona, con victoria culé. Esperemos que el resultado sea totalmente distinto en Mestalla, pero hasta el momento no existe diferencia en este sentido.
Sin embargo, no se puede decir lo mismo de la Liga regular. Con un Barcelona pletórico en ambos deportes, la sección de baloncesto sí ha sabido aprovechar los errores de los culés, muy al contrario que Mou y los suyos. Desde que los catalanes se pusieran por delante con el 5-0 del Camp Nou los blancos no han hecho más que dar palos de ciego en el campeonato liguero, desaprovechando los pocos errores azulgrana con fallos mayores.
En cualquier caso, trayectorias muy similares que no se han reflejado de igual forma en los ánimos a unos y a otros, tanto desde la prensa como desde la propia afición. Es evidente que todos los madridistas queremos que el Real Madrid pase por encima del Barcelona, consiga la Copa del Rey y llegue a la final de Wembley (la diferencia en Liga es muy complicada de remontar), pero personalmente la ACB y especialmente la Euroliga me parecen títulos tanto o más importantes que los que pueda obtener el cuadro de Mourinho. Y al alcance de los hombres de Molin, ¿por qué no?
El madridismo no tiene que desear sólo los títulos del fútbol, sino que el apoyo al baloncesto debe ser también una de las prioridades. Se trata de recuperar el señorío perdido, también en el deporte de la canasta. Si no apoyamos al baloncesto, ¿cómo podemos quejarnos después de la desigualdad de la sección? No apostemos sólo por un Madrid campeón de Copa y Champions. Apostemos también por un Madrid campeón de la Euroliga. Ojalá que así sea.
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