El Madrid perdió el factor cancha

Real Madrid 66-71 B.Bilbao Basquet





El entrenador de los bilbaínos Fotis Katsikaris presentó un quinteto remozado, Janis Blums y Axel Hervelle sustituían en el cinco inicial a Chris Warren y Marko Banic respecto al primer encuentro, tras el buen rendimiento defensivo dado por ambos. Por su parte Emanuel Molin llegaba al partido queriendo emular al Regal FC Barcelona que por la mañana había encarrilado su pase a la gran final tras derrotar al Caja Laboral (78-62).

En el primer cuarto el Madrid comenzó desacertado en ataque, gracias en gran medida a la intensa defensa que ha propuesto el conjunto vasco. Hervelle cumplía con su principal cometido y lograba que Felipe Reyes se fuese del cuarto con solo 2 puntos y escasa presencia en el juego blanco. Aaron Jackson se mostraba más incisivo que en el primer encuentro y lideraba a los suyos en ataque para irse en el marcador ligeramente, 14-19, que fue con el que finalizaron los primeros diez minutos.

Fue en el segundo cuarto, donde el equipo vasco demostró que hay que estar al 100% para poder vencerle y el Madrid no lo estuvo. La defensa asfixiaba todos los balones interiores que intentaba jugar el equipo madridista y la anotación blanca se basaba en los tiros exteriores, que no superaban el 33% de acierto. Al descanso, el electrónico reflejaba un claro 25-44 para los visitantes que provocaba la ira de los aficionados, muy descontentos con lo que veían sobre el parqué y con Lele Molin.

FICHA TÉCNICA.


REAL MADRID 66: Tomic (10), Prigioni (6), Llull (20), Suárez (7), Reyes (5) --cinco inicial-- Fisher (4), Mirotic (5), Rodríguez (1), Begic (2) y Tucker (6).

BIZKAIA BILBAO BASKET 71: Jackson (13), Blums (3), Mumbrú (13), Hervelle (8), Mavroeidis (6) --cinco inicial-- Warren (2), Fisher, (5), Banic (10), Vasileiadis (11) y Vázquez (-)

PARCIALES: 14-19, 11-25, 20-6, 21-21.

ÁRBITROS: Martín Bertrán, Óscar Perea y Carlos Cortés. Eliminado por parte del Real Madrid Felipe Reyes.

PABELLÓN: Caja Mágica. 7.821 espectadores.

Tras los minutos de descanso, el Real Madrid y su afición se conjuraban para remontar un partido que se presentaba muy cuesta arriba para sus intereses. Un triple de Pablo Prigioni y una canasta de Carlos Suárez abrían el tercer cuarto y daba esperanzas a la parroquia blanca sobre una remontada épica. Fischer completaba un parcial de 7-0 que obligaba a Katsikaris a pedir tiempo muerto.

Una reacción que quedó en nada

En este cuarto era el Bilbao quien veía no veía aro con facilidad y hasta el minuto 6 de cuarto no logró sumar puntos. El partido vivía en la franja de los 10 puntos a favor de los vascos, lo que hacía que el equipo madrileño no le perdiese la cara al choque. El ambiente llevaba en volandas a los jugadores de Molin que defendían con otro espíritu al de la primera mitad y deshicieron de un plumazo la ventaja que tanto le había costado lograr a los vizcaínos, que sufrían un triste 2 de 15 en triples. El parcial final del tercer cuarto, 20-6. dejaba todo abierto para el último y decisivo cuarto y convertía los cantos de ira y frustración en cánticos de apoyo hacia los jugadores que pasaron de villanos a héroes en sólo 10 minutos.

En los fatídicos últimos 10 minutos, Llull, que acabó con 20 puntos, cargó con la responsabilidad del equipo y con seis puntos seguidos ponía a dos puntos a los suyos, 54-56. El balón empezaba a quemar y cada ataque cobraba especial importancia conforme iban pasando los minutos. A falta de cinco minutos para el final del choque, todo estaba en el aire y tanto el 2-0 como el 1-1 en la eliminatoria eran posibles. Al final, un error de Mirotic a falta de 15 segundos permitió que los vascos lograsen tres puntos de ventaja que mantuvieron en el carrusel de tiros libres que cerró el encuentro y el marcador, logrando a la postre la victoria que puede valer su peso en oro. El tercer encuentro de la serie viaja a tierras vascas ya que se disputará en el Bilbao Arena este martes a las 20.30 horas.