El proyecto del caos

Un total de 17 jugadores han pasado por el Madrid en las dos últimas temporadas





Han sido dos campañas caracterizadas por los 28 millones de euros de presupuesto aportados por el club para cada una de ellas. En total, 56 millones de euros para dar un bagaje total de cero títulos, aunque cabe destacar las dos finales de Copa del Rey y la disputa de la Final Four en mayo pasado. Pero, sea como fuere, se trata de una cantidad económica excesiva para tan pocos réditos y eso es alo que puede pesar en la nueva configuración de la plantilla para la campaña próxima.

Una vez escogido el entrenador entre una gran variedad de candidatos existentes, el nuevo inquilino del banquillo madridista deberá configurar las altas y las bajas. Y lo tendrá que hacer con sumo cuidado, a tenor de los antecedentes existentes en el equipo. Y es que el paso de Messina por el club se va a caracterizar por la utilización de hasta 17 jugadores en dos temporadas. O lo que es lo mismo, una plantilla y media: Mirotic, Fischer, Suárez, Tucker, Rodríguez, Begic, Prigioni, Vidal, Kaukenas, Jaric, Samb, Lavrinovic, Garbajosa, Velickovic, Tomic, Almond y Hansen.

A su entrada en el verano de 2009, Messina optó por hacer una limpia en el vestuario. Y se trajo de la mano a gente como Garbajosa, Prigioni, Vidal, Kaukenas, Velickovic, Jaric, Hansen o Tomic; en una apuesta claramente por la veteranía. Sin embargo, una mediocre campaña le obligó a rectificar en verano pasado y, de estas nuevas incorporaciones, Hansen, Jaric, Kaukenas y Garbajosa se vieron en la obligación de irse un año después. Así, los sustituían seis caras nuevas como Mirotic, Fischer, Suárez, Tucker, Rodríguez o Begic.

En otras palabras, se trató de un borrón y cuenta nueva sobre el proyecto inicial que acabó por pasarle factura al equipo. Así, en marzo Messina dimitió incapaz de controlar el vestuario y cogió las riendas su segundo Molin. El resto de los acontecimientos son historia, la de la demostración de que Ettore concibió mal de origen su proyecto. Aunque ahora, si el Madrid quiere renacer cuanto antes, deberá apropiarse de los aspectos positivos de su legado, que los hay. Jugadores jóvenes como Mirotic, Suárez, Llull, Sergio Rodríguez o Tomic surgen como la columna vertebral de este equipo y permiten ilusionarse con lo que aún queda por venir.