Llull y Carroll no fueron suficiente

Pekovic 'pintó' la cara al Real Madrid en el infierno de Belgrado





FICHA TÉCNICA

PARTIZAN (80): Law (14), Milosavljevic (5), Lucic (-), Macvan (16), Pekovic (20) --cinco inicial-- Raduljica (4), Andjusic (2), Bozic (-), Cakarevic (7), Jaramaz (-), Katic (2) y Kecman (10).

REAL MADRID (79): Llull (13), Rudy Fernández (13), Suárez (4), Tomic (0), Mirotic (9) --cinco inicial-- Sergio Rodríguez (5), Begic (3), Pocius (7), Carroll (21), Reyes (2) e Ibaka (2).

PARCIALES: 22-16, 23-24, 12-21, 23-18.


ÁRBITROS: Christos Christodoulou (Grecia), Boris Ryzhyk (Ucrania) y Gianluca Mattioli (Italia). Eliminaron por personales a Lucic por parte del Partizán y a Felipe Reyes por parte del Real Madrid.  

PABELLÓN: Pionir; 7.500 espectadores.

El Partizán había comenzado la Euroliga con muchas dudas, sumando dos derrotas consecutivas en las primeras jornadas. Sin embargo, ante el Belgacom Spirou los serbios tomaron aire con su primera victoria, que además les dio alas para enfrentarse llenos de moral al Real Madrid. Ante los blancos, segundo triunfo consecutivo para el cuadro de Belgrado, que se hizo valer de un imparable Pekovic para doblegar a los de Laso.

El equipo madridista fue competitivo durante los 40 minutos de juego, pero fue incapaz una vez más de vencer en una de las plazas más duras del viejo continente. El partido comenzó con ambos equipos jugando al límite en defensa, especialmente los locales, que lograron marcar diferencias en la pintura para marcharse con ventaja al término del primer cuarto. El Madrid no se dejó amilanar, y en el segundo cuarto mejoró sus porcentajes de tiro, aunque en ningún momento se vio capaz de frenar al ex NBA Nikola Pekovic. Al descanso, el resultado de 45-40 reflejaba la gran igualdad vista sobre la pista.

Ya en la reanudación, la falta de acierto de Rudy Fernández (una novedad visto su comienzo de temporada) impidió a los blancos llegar al último cuarto con una clara diferencia. Los blancos jugaron su mejor baloncesto de la mano de Llull y Carroll, pero los dos de siete tiros de tres de Rudy sólo sirvieron para obtener una mínima ventaja. Diferencia que se vería neutralizada en un último cuarto de infarto, con alternativas continuas en el marcador.

Al final, en el intercambio de tiros libres el destino quiso que Llull, el mismo que había llevado en volandas al equipo durante el tercer cuarto, errara el tiro que a la postre significaría la derrota merengue. Los serbios mantuvieron la ventaja mínima hasta el final, y los blancos volvieron a caer en una cancha difícil. No obstante, los de Laso habrán de mejorar mucho a domicilio si quieren tener opciones de entrar en el Top 16.