El madridista Serge Ibaka es todo un portento de la naturaleza. Tal es su fuerza, que el ala-pívot no dudó en bromear cogiendo a su compañero Rudy Fernández a modo de pesas, levantándolo con una facilidad pasmosa. Unas curiosas imágenes que dejan claro el buen rollo que reina en el vestuario del equipo y que evidencian que el NBA ya es uno más de la plantilla.
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