El Palacio debe empezar marcando diferencias

El cuadro de los play-offs ha querido que el segundo clasificado (el Real Madrid) y el tercero (Caja Laboral) se vean las caras en la semifinal más equilibrada. La ligera ventaja obtenida por los blancos en la Liga regular les permitirá disputar el quinto encuentro en el Palacio de los Deportes en el caso de ser necesario el desempate, lo que ya es de por sí un cierto colchón de seguridad. Sin embargo, el equipo de Pablo Laso intentará eliminar a su rival por la vía rápida para llegar más fresco a la hipotética final, algo para lo que está obligado a ganar en los partidos del jueves y el sábado.

Serán dos encuentros que se jugarán en Madrid, por lo que una derrota obligaría a recuperar el factor cancha en el remodelado Buesa Arena de Vitoria. El conjunto merengue solo ha perdido esta temporada dos partidos en casa, ambos a principios de año ante el Montepaschi de Siena (Euroliga) y el Gescrap Bilbao (ACB). Por lo tanto, el pabellón madrileño debe ser un talismán clave para decidir la eliminatoria, la cual "será muy dura" según auguró Pablo Laso al conocer a su rival.

Y es que madridistas y baskonistas se verán las caras por quinta vez en la historia en la semifinales de la Liga ACB y en todas ellas la eliminatoria acabó decidiéndose en el último partido, el de desempate. El balance está equilibrado con dos triunfos para cada conjunto, aunque en las dos últimas ocasiones fueron los vascos los que se llevaron el gato al agua, en la campaña 2008/09 (2-1) y 2009/10 (3-2). De hecho, el Real Madrid no visita una final de Liga desde hace cinco años, cuando se hiciera con el título (3-1) al ganar el cuarto encuentro en Barcelona ante el conjunto culé.

El conjunto blanco llega al encuentro en un buen momento de forma, pues solo acumula una derrota en los últimos diez partidos. Fue hace tres semanas en el Palau y por escasa diferencia (86-83), por lo que el equipo ha sabido superar el duro palo que supuso la eliminación de la Euroliga. Ahora llegan frescos al momento clave; con Llull, Carrol, Singler y Reyes en un boyante estado de forma boyante. La única baja será la de Nikola Mirotic, quien sigue recuperándose de sus lesión de tobillo y es posible que no pueda comparecer en la serie hasta el tercer partido, que ya se jugará la semana próxima.

El rival será el Caja Laboral, un equipo que esta temporada se ha mostrado algo más irregular de lo habitual, aunque conserva las armas que le han hecho muy peligroso en los últimos años. A los ya conocidos Teletovic o San Emeterio esta temporada se han unido los ex madridistas Prigioni y Lampe, además del repescado Andrés Nocioni. Un equipo que combina la juventud con la veteranía bajo la batura del exigente Dusko Ivanovic, quien siempre es una garantía de competitividad. Por ello, el duelo promete ser de emociones fuertes; así que el Palacio de los Deportes tendrá que ser el factor fundamental que marque las diferencias para que el Real Madrid esté en la final.