Rudy hace al Real Supercampeón

Los tiempos han cambiado. Quizás no se pueda hablar de cambio de ciclo en fútbol y baloncesto, pero no es osado decir que se avecina una era donde el madridismo va a tener mucho protagonismo en los dos grandes deportes de este país. Porque el Real Madrid logró este domingo su segundo título de la era Laso al imponerse con facilidad sorprendente al Barcelona, un rival temible. No hizo falta ni tapar el espacio vacío que tiene el conjunto blanco en su pintura, pues cada uno de los 'guerreros' merengues hizo su trabajo de manera encomiable.

La victoria se cimentó sobre el juego exterior del Real Madrid. Este domingo quedó claro que el técnico vitoriano trabaja con pólvora, pues los triples de Rudy y Llull lanzaron muy pronto a los madrileños en el marcador (6-11, min.3). En los culés solo parecía haber saltado a la pista un viejo conocido, Ante Tomic. El croata mantuvo vivo a los suyos y hacía sufrir a Slaughter en la defensa, cargándolo pronto con dos personales. Gracia él los suyos aguantaron el tirón y un triple de Rabaseda recortaba las distancias (14-15, min.8).

Sin embargo, el partido sería un permanente quiero y puedo del Madrid. Porque a cada esfuerzo culé por recortar distancias el Madrid respondía con un nuevo golpe en la mesa. Un sorprendente triple de Felipe Reyes sobre la bocina ponía la máxima ventaja blanca al final del primer cuarto (23-30, min.10); paso previo al vendaval de juego que desataría Sergio Rodríguez en la dirección y que tendría a Rudy como punta de lanza (29-40, min.15).

Una ventaja muy interesante que el Madrid no supo gestionar, pues Jawai, Ingles y Lorbek se encargaron de limar las diferencias hasta poner el choque otra vez en un puño. Poco a poco fueron recortando las distancias y volvieron a meter a los suyos en el partido. Así, el descanso llegaba con el Madrid totalmente aturdido, salvándole de una remontada a la que se dirigía desbocado el Barcelona (43-44, min.20).

Tras la reanudación, los azulgranas volvieron a plantear un choque totalmente nuevo (46-46, min.22). Pero hasta ahí llegó el Barcelona, porque Llull y Rudy volvieron a hablar claro sobre la pista. Un parcial de 0-10 le sentaba como una bofetada a los culés, quienes veían como el Madrid volvía a pisotear sus esperanzas de conseguir una heroicidad. Un colchón de ventaja que le sentó muy bien al equipo de Pablo Laso, que empezó a gestionar los tiempos del partido con una evidente madurez.

El Real encaraba el último cuarto con una ventaja considerable (56-65, min.30), diferencia que Mirotic, Rudy Fernández y Carroll se encargaron de mantener para tranquilidad de la afición. Porque el Barcelona no fue capaz de recortarla por debajo de los 8 puntos, lo que permitió que el Madrid saboreada tranquilamente un triunfo (84-95) histórico para el club. La primera Supercopa llegaba a las vitrinas blancas tras nueve años de espera, aunque quizás lo más positivo de todo sea que el Real Madrid ha comenzado la temporada dejando la sensación de que este proyecto está lo suficientemente maduro como para no ponerse límites.

Fuente de las imágenes: realmadrid.com