Carroll no puede evitar la derrota ante el Cantú

El Madrid entró en el partido congelado. Un tiro libre anotado por Begic fue lo único productivo de un equipo excesivamente errático y que tardó más de cinco minutos en encestar su primera canasta en juego. Hasta entonces, los locales les habían endosado un parcial de 13-0 gracias a su superioridad en el rebote ofensivo y su agresividad en defensa.

Con un Madrid más aplicado en defensa y cerrando el rebote, llegaron los mejores minutos del equipo. Empezaron a carburar en ataque bajo la dirección de Sergio Llull y los puntos de Carroll y Reyes, para ir poco a poco recortando la diferencia hasta igualar el choque en el inicio del segundo cuarto. Markoishvili, por fuera, y el trabajo de Leunen y Cusin por dentro, impidieron la remontada blanca.

Los madridistas entraron tras el descanso dispuestos a ir a por el partido. Se aplicaron atrás con una defensa mucho más intensa. Pronto dio sus frutos y los locales terminaron con su bienestar ofensivo. Otra vez tuvo que ser Reyes, en su partido 150 en la Euroliga, el que tiró del equipo. Siete puntos suyos, incluido un triple, pusieron al Madrid arriba por primera vez desde el minuto uno tras un parcial de 0-10.

A los italianos solo les valía la victoria y eso se notó en su actitud. No bajaron la concentración en ningún momento y siguieron pacientemente encontrando los despistes madridistas, que casi siempre estaban en el rebote. Un triple de Carroll les situó tres abajo en el 37' (68-65), pero en la siguiente jugada, Leunen, tras un rechace, sentenció el encuentro con otro triple. Los blancos lo intentaron hasta el final sin recompensa.