"Estoy bien, gracias a Dios no ha ido a más y quiero agradecer el apoyo de toda la gente que envía mensajes de ánimo", asegura Rudy, que admite que está pasando un mal trago tras todo lo sucedido: "En estos momentos no lo estoy pasando muy bien. La gente tiene que saber que no se puede ensuciar de esta manera el baloncesto y que este tipo de cosas no vuelvan a suceder", comenta.
Por otro lado, a pesar de lo sucedido, Rudy manifiesta que la imagen del baloncesto lituano no debe verse dañada por la actitud de dos personas: "Por dos personas yo creo que no se tiene que pensar que todos los aficionados lituanos son así. Es cierto que como siempre en todos los partidos hay tensión, pero creo que me respetaron en todo momento", concluye.
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